La escasa, prácticamente nula, rentabilidad que ofrecen actualmente los depósitos a plazo está cambiando el comportamiento de los extremeños en materia de ahorro. De acuerdo a los últimos datos del Banco de España, los depósitos de familias y empresas de la región en las entidades de crédito ascendían a casi 17.082 millones de euros a septiembre pasado. La cifra es inferior en más de 220 millones de euros a la que había al finalizar el trimestre anterior, pero lo más significativo es cómo se distribuye ese montante. Las imposiciones a plazo, con 5.620 millones de euros, apenas si representan ya algo menos de un tercio del total. Solo dos años antes, en septiembre del 2014, aunque ya se estaba en tendencia a la baja se superaban aún los ocho mil millones de euros, con lo que el descenso desde entonces supera el 30%.

En esta misma línea, un reciente informe de la patronal de instituciones de inversión colectiva y fondos de pensiones Inverco destaca que durante el tercer trimestre del pasado año los depósitos a plazo «continuaron reduciendo su ponderación en España, y ya solo suponen el 15,3% del ahorro financiero de las familias españolas, frente a casi el 26% de 2008».

Los responsables de esta evolución han sido unos tipos de interés en mínimos históricos, que han presionado a la baja la rentabilidad que las entidades financieras ofrecen por tener el dinero consignado en ellas. En diciembre, según los datos del organismo regulador, el tipo medio ponderado de los depósitos a plazo para las nuevas operaciones realizadas por los hogares fue del 0,1%, muy por debajo del 2,83% que, por ejemplo, se promedió en el 2012, o del 0,66% con el que todavía se remuneraban estos productos financieros en el 2014.

LAS ALTERNATIVAS / ¿Y dónde ha ido a parar ese dinero? Pues una buena parte de estos más de 2.400 millones de euros ha ido a engrosar la cifra depositada en cuentas a la vista, que prácticamente se ha duplicado en este mismo lapso de tiempo: de 2.389 a 4.645 millones de euros. También ha habido un incremento, aunque en mejor medida, de las cuentas de ahorro —un producto, en realidad, muy similar a la cuenta corriente—, que han pasado de 6.307 a 6.816 millones de euros. «Los depósitos bancarios te dan ahora mismo un 0,05%, con lo cual no merecen la pena. Mucha gente está decidiendo dejar su dinero en la cuenta normal», confirma Carlos Arjona, experto en consumo financiero. De esta forma, las familias y empresas están incrementando su posición en cuentas disponibles en vez de renovar los depósitos a plazo a medida que estos van venciendo.

La falta de atractivo de los depósitos convencionales, precisa Arjona, hace que las entidades de crédito estén ofreciendo en estos momentos como alternativa «sobre todo depósitos y fondos estructurados». En este sentido, incide en que «cualquiera que se meta en este tipo de productos debe tener ciertos conocimientos financieros, porque no son tan sencillos». «No hay que contratar productos que no se dominan y con los que luego puede haber incidencias por su menor disponibilidad o por penalizaciones en las disposiciones anticipadas», agrega. En otros casos, los bancos están comercializando productos que, aunque pueden ser más sencillos, obligan a «tantísimas vinculaciones» en materia de nómina o contratación de seguros, por ejemplo, «que hay que echar bien los números antes para ver si te compensa».

Planes de pensiones, fondos de inversión o el ahorro en seguros también pueden salir muy beneficiados de esta menor rentabilidad de los depósitos a plazo. De acuerdo al mencionado informe de Inverco, entre enero y septiembre del 2016 los fondos de inversión registraron unas entradas netas de más de 12.000 millones de euros en España, lo que supuso un incremento acumulado en el año del 3,2%. De esta forma, se asegura, «como viene ocurriendo desde hace cuatro años, continúan acaparando el interés inversor del ahorrador nacional».

En este caso no existen datos actualizados por comunidades autónomas. Los últimos disponibles, correspondientes al 2015, sitúan el número de partícipes extremeños en fondos de inversión en 106.710, casi un 70% más que en el 2013. En este mismo periodo, el patrimonio de estos fondos en la región aumentó desde los 1.465 millones de euros a los 2.275 (55,3% de incremento). De esta manera, la ratio entre depósitos (incluidas cuentas a la vista) y fondos de inversión ha crecido en la región desde el 8,8% al 13,2%. De nuevo aquí, Carlos Arjona insiste en que este instrumento de ahorro puede ser una opción adecuada «siempre que se tengan conocimientos suficientes para entenderlo».

En un contexto en el que no es probable que los tipos vayan a subir a corto plazo, las aportaciones a planes de pensiones individuales pueden ser otra alternativa razonable de ahorro. También en ellos se observa una evolución al alza en la región, con un patrimonio que ha crecido de 847 a 1.033 millones entre 2013 y 2015, mientras que la cifra de partícipes ha pasado de los 135.046 a los 154.198 en ese mismo periodo.