El Consejo de Administración de Desarrollo Logístico Extremeño, empresa público-privada para la explotación de la terminal de carga de la estación ferroviaria de Mérida, ha decidido disolver la sociedad "ante los importantes costes que tiene" y "la escasa demanda de clientes".

La decisión ha sido anunciado en rueda de prensa por el delegado de Urbanismo de Mérida, Rafael España, al término de la Junta de Gobierno del consistorio emeritense.

"Se preveían cinco trenes y unos setecientos contenedores a la semana para llegar al punto de equilibrio, pero tan solo se ha llegado a unos dos o tres trenes semanales", ha explicado España, quien ha agregado que "los costes doblaban a los ingresos".

Según ha explicado, el Consejo de Administración tomó medidas para evitar las pérdidas, como la búsqueda de socios estratégicos, pero en noviembre del año pasado, y ante la situación generada, se decidió suspender la actividad".

"Nos dimos un plazo hasta el mes de abril pero transcurrido éste, y una aprobadas las cuentas de 2015, se ha decidido la disolución de la empresa", ha manifestado.

La empresa fue constituida en julio de 2014 con el objetivo de desarrollar actividades portuarias, así como logísticas, de transporte que promuevan de forma directa la competitividad de los puertos y los tráficos portuarios.

El Ayuntamiento de Mérida participó en su puesta en marcha aportando un dos por ciento de su capital (7.000 euros).

En junio de 2015, Desarrollo Logístico Extremeño (DLEX) -participada por Avante, Acenvex, Unión Extremeña de Cooperativas, Acorex, Caja Rural de Extremadura, el Puerto de Huelva y LB Cargo- y el operador Rail Sider pusieron en marcha un enlace ferroviario para el transporte de mercancías entre Lisboa y Madrid a través de la capital extremeña.