Con dos latas de cerveza, dos vasos de vino o un sólo whisky, la alcoholemia puede sobrepasar, en función del peso y la edad, de los límites permitidos.

Las bebidas gasificadas o calientes se absorben con mayor facilidad. Igualmente, la rapidez con la que se bebe es un factor determinante.

De tener el estómago vacío a que esté lleno el tiempo de paso del alcohol a la sangre puede oscilar entre los quince minutos y los sesenta.

Remedios caseros como masticar un grano de café, hacer ejercicio o beber aceite no disminuyen los niveles de alcohol.