Tienen los alumnos extremeños muchos deberes? ¿Es necesario rebajarlos? ¿Hay que fijar una norma común? Estas cuestiones podrán responderse tras una encuesta que el Consejo Escolar de Extremadura va a realizar a padres, alumnos y los tutores de de 4º de Primaria y 2º de la ESO en Extremadura.

A través de la plataforma Rayuela, se remitirán la próxima semana unos cuestionarios distintos para cada una de las partes para conocer sus opiniones sobre los deberes que los estudiantes se llevan para casa. Pretende así abrir un debate sobre la necesidad de regular o no estas tareas después de que la Asamblea de Extremadura instara a la administración a ahondar sobre el tema. Así, el Parlamento encargó al Consejo Escolar que realizara un informe sobre los deberes escolares y con ese fin, este órgano ha acordado realizar este muestreo para conocer la realidad de las tareas que realizan los escolares en la región. «Es un muestreo para ver qué se opina en Extremadura, no es lo mismo lo que pasa en las zonas rurales que en las urbanas», defiende el presidente del Consejo Escolar de Extremadura, Reyes Abel Hernández, que no comparte la polémica surgida.

En concreto, fue una propuesta inicial de Ciudadanos debatida en un pleno del pasado mes de octubre la que determinó la necesidad de debatir sobre los deberes. Salió adelante tras incluir el PSOE una enmienda de sustitución para que el asunto se abordara en el Consejo Escolar y que fue aprobada por todos los grupos con la abstención del PP.

GRUPO DE TRABAJO / Por eso, tras el encargo, el Consejo Escolar formó un grupo de trabajo con representantes de toda la comunidad educativa para realizar propuestas sobre cómo hacer ese informe. Luego fue la Permanente del Consejo la que aprobó el cuestionario final con las indicaciones de los técnicos de la administración educativa que se encargan del servicio de evaluación de la educación. Con los datos que se conozcan gracias a estas encuestas, cuyos resultados serán públicos y no se utilizarán para nada más, el Consejo Escolar elaborará el informe solicitado antes de que termine este curso escolar. Ese documento final será llevado al pleno de este órgano para después trasladárselo a la Consejería de Educación, que, en último caso, será la que determinará si es necesario regular de alguna forma los deberes escolares o no.

POCOS DOCENTES / Sin embargo, la forma de iniciar este informe no gusta a todas las partes. El sindicato PIDE critica que no se tiene en cuenta la opinión de los docentes, porque únicamente deben responder el cuestionario los tutores de los grupos de 4º de Primaria y de 2º de la ESO, mientras sí se pide opinión a todos los padres y todos los alumnos. «Hay una clarísima descompensación en la muestra porque no van a participar todos los maestros y profesores de los alumnos. Los docentes están silenciados, quedan reducidos a la nada», critican desde PIDE. Por ello el sindicato ha lanzado una campaña pidiendo a los tutores de los centros que no realicen el cuestionario la próxima semana.

PIDE ha participado en el grupo de trabajo creado en el seno del Consejo Escolar para proponer cómo realizar el informe pero critica que posteriormente no se les ha permitido hacer enmiendas a la decisión final. Denuncia además que hay preguntas que son ofensivas para los docentes y sin embargo no se realizan preguntas incómodas para los padres como si creen que sus hijos se esfuerzan lo suficiente, tiene excesivas extraescolares o si les premian aunque no aprueben. «Es una encuesta fallida destinada a satisfacer a ciertos progenitores obstinados en eliminar los deberes».

El sindicato considera que supone es «una clara injerencia en la actividad docente», defiende la libertad para que los profesionales determinen y entiende que el debate no debe ser deberes sí o no, sino qué tipo de deberes son más idóneos: «porque se sabe que las tareas de repetición no sirven para nada pero los deberes de calidad sí y lo dice PISA».

Desde la dirección del Consejo Escolar consideran que si realiza a todos los docentes y a todos los cursos, como inicialmente pidió el grupo de trabajo, se generaría un volumen excesivo de datos difícil de gestionar. Recalcan que los padres no particpan de forma separada en la muestra.

Para la Federación de Ampas de Extremadura (Freapa) la campaña de PIDE es «desacertada», porque entiende que los resultados se pueden ponderar y se trata de un diagnóstico. Su presidente, Joaquín León, recuerda que el debate se inició tras una huelga convocada por la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa) contra los deberes para pedir que las tareas sean voluntarias y no evaluables.

DESCONSIDERACIÓN / Ante el debate generado antes de iniciar el muestreo, el sindicato ANPE (miembrodel Consejo Escolar) muestra su «asombro» y «malestar» porque el proceso seguido por parte de los responsables en la elaboración de los cuestionarios es «poco transparente, culpando directamente a la administración educativa como máximo responsable del Consejo Escolar de Extremadura, pues si bien los miembros del Consejo fueron informados de la creación del grupo de trabajo para la elaboración del documento de consulta, en ningún momento han tenido, ni tienen, igual que más de un 80% de los miembros, conocimiento ni del contenido, ni de la ponderación de los encuestados y las consultas, considerando que el resultado final debía haber sido trasladado al pleno del Consejo».

ANPE señala que desde el primer momento se ha opuesto a cualquier consulta o deliberación pública, a lo que considera es un tema a tratar exclusivamente dentro del ámbito y los canales habilitados para ello, entre el centro escolar, el tutor y el equipo de docentes y las familias, «considerando una injerencia perniciosa y nociva el debate suscitado por Ceapa, siendo el debate propuesto una falta de respeto y desconsideración hacia todos los profesionales de la educación».