La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, dijo ayer que quiere que los currículos sean anónimos para evitar el sexismo. La propuesta se basa es que estos documentos no lleven nombre ni apellidos ni fotos para evitar una primera selección por ser hombre o mujer. Esta iniciativa se incluye en un plan de lucha contra la brecha salarial que tiene como fin que haya más mujeres en puestos de responsabilidad. «El currículo ciego es un paso positivo, pero hay que dar muchos más porque la discriminación no se produce solo a la hora de acceder al empleo, sino durante el desarrollo del puesto», subraya Teodora Castro, secretaria de la Mujer en CCOO Extremadura. Y apunta que, por ejemplo, son necesarias más medidas que permitan una conciliación real de la vida personal, familiar y laboral.