Si en el primer trimestre de 2014 se interpusieron en Extremadura 464 denuncias por malos tratos en el ámbito doméstico, el año pasado fueron en el mismo periodo 446, el anterior 447 y el anterior 442, mientras que en 2010 alcanzaron las 461. De algún modo, siempre han estado registrándose cómputos parecidos, lo cual, opina Milagrosa Ortega, no es negativo, sino todo lo contrario dado que todos los instrumentos y mecanismos puestos en marcha para combatir la violencia de género han ido encaminados a la que víctima acuda a la Policía o la Guardia Civil y denuncie los hechos. "Hay más denuncias, no sabemos si hay más violencia; porque el objetivo es sacar a la luz casos casos que estaban ocultos y la denuncia es la puerta que se abre a los recursos que existen para atender a las mujeres maltratadas, tanto en el ámbito de la protección como en el de la asistencia", asegura.

En cualquier caso, desde la Unidad de Violencia sobre la Mujer, se indica que la ratio que se establece a nivel nacional determina que en el arranque de este 2014 se han contabilizado 8,39 denuncias por cada 10.000 habitantes, mientras que a nivel nacional la media se fija en 12,80. Las órdenes de protección dictadas (118) por contra, suponen una ratio mayor que a nivel estatal sobre el número de denuncias presentadas. En concreto Extremadura tiene una ratio de 33,45%, la segunda más alta del país.