Decisión sensata, que integra la ciudad y que acerca el servicio a los usuarios o error, que no facilita el desarrollo económico de la ciudad y que traslada el problema de aislamiento que sufre Aldea Moret a otras zonas. La propuesta del ayuntamiento sobre el nuevo emplazamiento para la estación del AVE divide. No existe unanimidad en la opinión que dan los dos colectivos ciudadanos que más se han significado en ese asunto. La plataforma, participada por técnicos y profesionales y que se constituyó en diciembre, aplaude la propuesta, mientras que la Fundación Cáceres Capital, también con menos de un año y que cuenta con empresarios, profesionales, técnicos e instituciones, la lamenta.

Esta propuesta es la decisión más importante que sobre la ciudad se adopta en mucho tiempo. El emplazamiento está claro: entre 500 y 1.000 metros de distancia de la actual estación de ferrocarril, en una franja que está entre el Junquillo y la glorieta de la variante de la N-630 donde acaba la prolongación de la avenida de Virgen de Guadalupe por detrás del centro comercial donde está Eroski. Este enclave cuenta con el beneplácito político del Ministerio de Fomento. Lo que faltaría ahora es concretar si este emplazamiento puede ser compatible con la integración de la red de la alta velocidad ferroviaria dentro del tramo urbano de Cáceres. Se debe decidir por dónde entrará y saldrá la vía, aunque en sus accesos más cercanos está definido, y qué se hará para que no sea una barrera que divida y dificulte el desarrollo urbano de la ciudad.

A esto se añade que la propuesta se debe completar con el estudio de viabilidad de una dotación ferroviaria de mercancias en Capellanías y el posible traslado de la estación de autobuses al actual recinto de la de trenes.

La plataforma que se constituyó para que la estación permaneciese en su emplazamiento actual mostró ayer su satisfacción por la propuesta, según destacó su portavoz, el abogado Joaquín Hergueta, quien comentó que era una de las posibilidades barajadas y que, aunque se haya desplazado, está "dentro del mismo ámbito y cumple con las expectativas de la plataforma".

La fundación emitió un comunicado en el que se asegura que con esta elección se "han privilegiado intereses inmediatos de algunos ciudadanos y los --comerciales-- de Adif sobre los intereses a más largo plazo de accesibilidad para el viajero y de ofrecer un amplio espacio logístico y de actividad económica generadora de puestos de trabajo". La fundación está a favor de que la estación se sitúe junto al corredor de la A-66 y a la reserva de suelo que el nuevo plan de urbanismo habilita para empresas y usos terciarios y dotaciones entre Capellanías y la N-521. Además advierte de que con esta elección se crea una doble barrera que frena la expansión de la ciudad hacia el oeste y pregunta a la alcaldesa si sigue pensando en un centro logístico intermodal porque la nueva ubicación de la estación "contradice ese compromiso".