La comunidad educativa coincide en la necesidad de reforzar la figura del profesor como medida para mejorar la calidad de la enseñanza, muy deteriorada en los últimos años por la pérdida de autoridad de los docentes que desemboca en constantes interrupciones en el desarrollo de las clases. Sin embargo, sus representantes consideran exagerado que los alumnos reciban de pie al maestro cuando éste entra en el aula, una propuesta que el presidente del PP de Extremadura, José Antonio Monago, considera "lo más razonable del mundo".

Estas palabras fueron pronunciadas por el líder de la oposición en un encuentro con periodistas el pasado viernes en el que fue preguntado por la reunión que mantendrá ente jueves con el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, en la que se hablará sobre la futura Ley de Educación Extremeña así como del estatuto extremeño y de la Ley de Cajas.

Monago justificaba su propuesta en la necesidad de que los docentes recuperen la autoridad perdida con el paso de los años, algo que relaciona directamente con una pérdida de la calidad de la enseñanza, como asimismo opinan los representantes de la comunidad educativa consultados por este diario. Entre ellos se encuentra el presidente regional de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa), Rafael Ramos. El representante del colectivo mayoritario entre los padres de alumnos de la educación concertada considera que la educación debe recuperar valores perdidos como el esfuerzo o la disciplina, pero nunca entendidos como "rectitud exhaustiva". Ramos, que también ha sido profesor, señala que es necesario adaptase a los tiempos y que obligar a los alumnos a recibir de pie al docente "se vería hoy un poco ridículo".

Algunos profesores consultados por este diario comparten este punto de vista, y estarían satisfechos si los alumnos les recibiesen en silencio y cada uno en su sitio para comenzar la tarea sin perder tiempo. Desde el sindicato CSI-F, el responsable de enseñanza, Adrián Vivas, considera que dotar de autoridad al profesor es una "cuestión de lógica" para mejorar la calidad de la enseñanza, si bien indica que para ello no es necesario una demostración física como la de ponerse de pie a la entrada del maestro. Vivas sostiene que una buena forma sería introducir en el texto la consideración de autoridad pública de los docentes. Ello les otorgaría, entre otras cosas, el principio de veracidad en caso de conflicto con los alumnos.

DIVERGENCIAS En este punto existen opiniones que parecen irreconciliables con otros representantes de la comunidad educativa. Joaquina López, presidenta de la Federación Regional Extremeña de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Centros Públicos (Freapa), subraya que esta medida supondría "entrar en el aula con el Código Civil en la mano", puesto que en caso de conflicto su voz tendría el mismo peso que "el de un guardia civil".

En su opinión existen en el sistema educativo herramientas suficientes, en referencia al Reglamento de organización y funcionamiento del sistema educativo, para resolver los conflictos, aunque reconoce que es poco conocido.

Sin embargo, Saturnino Acosta García, secretario regional de Acción Sindical de ANPE Extremadura, es de la opinión contraria, y apuesta por la consideración de autoridad pública de los profesores. Además de la presunción de veracidad de los docentes, reclama que se dote a los centros educativos "de la autonomía pedagógica, organizativa y económica prometida". Por otro lado sostiene que recibir o despedir al docente de pie o sentado no mejorará los problemas disruptivos en las aulas.

Para la representante de Freapa la propuesta de Monago es "retrógrada" y le lleva a la conclusión de que en sus planes no entra la posibilidad de aprobar una ley consensuada entre el PP y el PSOE. "Ya no sabe qué excusa poner para decir que no", subraya López.