Los escolares se resisten a ver morir el Carnaval en Plasencia. Por eso, mientras el Ayuntamiento ha decidido este año por primera vez no organizar actividad alguna para celebrar la fiesta, unos 300 niños de 3 a 5 años se echaron ayer a la calle con sus disfraces para demostrar que en ellos la tradición sigue viva.

Aunque en casi todos los colegios el Carnaval se celebró de puertas para adentro, los colegios Ramón y Cajal y Alfonso VIII decidieron darse un paseo por la zona centro y llamaron la atención con sus coloridos disfraces.

MOTIVO, LA GRIPE AVIAR En estos dos casos, los atuendos de animales ganaron por goleada y sobre todo, los de pollos, gallinas, gallos y otras aves de corral, de las que iban disfrazados sobre todo los alumnos del Ramón y Cajal, muy apegados a la actualidad, ya que ante la alarma de la gripe aviar, portaban pancartas con lemas como El gallinero de Ramón y Cajal nunca contagiará la gripe aviar o Por la gripe aviar, después de la boda, volveremos al corral .

Además de unos 150 niños de 3, 4 y 5 años, también sus profesores se disfrazaron y no dudaron en cantar y bailar todos juntos en la plaza ante las sonrisas de sus padres, que no paraban de fotografiar el momento.

También los alumnos del Alfonso VIII, otros 150, llamaron la atención por sus elaborados disfraces de pavos reales, vacas, mariposas, gallos, pollos o patos. Una profesora definió así su decisión de salir a la calle con sus disfraces: "No queremos que se pierda la tradición". Sólo colectivos de mayores o vecinales celebrarán más actos el miércoles.