Otro de los efectos de la prohibición total del tabaco en los lugares públicos, si finalmente se lleva a cabo, afectaría directamente a la venta de tabaco y como consecuencia a todo el sector productivo que hay detrás, asegura la gerente de la Asociación de Empresarios de la Hostelería de Badajoz, María Eugenia Corrales. "La prohibición siempre afecta al consumo pero estamos a la expectativa porque aún tenemos poca información sobre el tema", explica el presidente de la Asociación de Estanqueros de Cáceres, Jesús Bernal, y miembro del consejo directivo de la Unión Nacional de Estanqueros.

Según Bernal, no debemos olvidar de que el tabaco es un producto legal en España y su venta está regulada. Además casi el 80% del valor de venta al público de una cajetilla se van en impuestos, que este año supondrán 9.000 millones de euros que se embolsa el Estado, así que perdemos todos.

Como Corrales, Bernal alerta de que "el descenso del consumo significa un descenso de todo el sector". Esta bajada podría agudizarse también si los hosteleros se deshacen de las máquinas expendedoras de tabaco. De hecho algunos propietarios de locales consultados confirman que quitarían las máquinas si no se puede consumir en el bar, algunos también para evitarse problemas, aunque se resientan sus beneficios también.

El bar gana 15 céntimos con cada cajetilla que se venda, no es mucho margen de beneficio, "pero no deja de ser dinero que ingresamos", apunta Miguel Jardín, que trabaja en la Cafetería América. Ante esto, los estanqueros barajan plantear al Gobierno que les permita diversificar su oferta y poder así vender productos compatibles con la venta de tabaco, como bebidas alcohólicas por ejemplo, para compensar la merma del producto, explica Bernal. Algo que posiblemente tendrán que hacer porque el presidente de los estanqueros de Cáceres está convencido de que la ley que se asoma para el 2012 se llevará a cabo al ser una recomendación europea.