Lna comisión judicial procedió ayer en un cementerio de Murcia a la exhumación de los restos del cabo primero Feliciano Vegas Javier, natural de la localidad cacereña de Moraleja.

Hasta la capital murciana se trasladó la familia del militar extremeño, que protagonizó momentos de tensión al no poder estar presente durante la apertura del féretro con sus restos y donde en principio se creía que estaba enterrado el sargento primero Francisco Javier Hernández Sánchez.

Vegas es uno de los militares fallecidos en el accidente del Yak-42 en Turquía. En este siniestro falleció también Javier Nieto, natural de Montehermoso, cuyo cadáver si está bien identificado. Al acto de exhumación asistieron, además del padre de Hernández Sánchez, propietario del panteón, los padres, una hermana y la viuda del también fallecido cabo Feliciano Vegas, en la creencia de que los restos puedan pertenecer al militar extremeño.

LA FAMILIA Al llegar al cementerio, Eva María, la viuda del cabo primero, dijo a los medios de comunicación que ella "y no un señor con una estrella" podía reconocer a su marido, "esté como esté. Sólo me quedaré tranquila cuando lo reconozca, aunque para eso tenga que profanar una tumba", informa Efe.

Tal y como ya adelantó EL PERIODICO EXTREMADURA, dentro del cúmulo de errores en las identificaciones del Ministerio de Defensa, en el cementerio de Moraleja fue enterrado el subteniente Joaquín Enrique Alvarez. La Audiencia Nacional tiene previsto que la exhumación de este militar aragonés tenga lugar el próximo lunes.

Carlos Vegas, padre del militar cacereño, aseguró que a su hijo se le podría reconocer por varias cosas, entre ellas por su cartera, el móvil o el anillo de boda, "porque tenía la costumbre de identificar todas sus cosas".

Una vez comenzados los trabajos de exhumación, se vivieron momentos de tensión entre los miembros de la comisión y la familia, ya que Antonia Javier, la madre del militar, intentó incluso abrir el ataúd, por lo que los responsables judiciales ordenaron cerrar la puerta del panteón donde estaba enterrado y salir a la familia.

MUCHA TENSION Julia Vegas, hermana del militar fallecido, presa de los nervios por esta situación, comenzó a golpear uno de los vehículos de los agentes judiciales y les gritó "¿qué más queréis ocultarnos? Nos llevan engañando un montón de tiempo. ¿Qué más quieren hacer con nosotros? Nos están matando poco a poco".

El padre del militar murciano Francisco Javier Hernández Sánchez dijo a los medios de comunicación que la pasada semana se le entregó, procedente de Logroño, una urna con los restos incinerados de su hijo, que ya han sido depositados en este cementerio murciano.