El III Congreso Mundial de Estilos de Aprendizaje se clausuró ayer en Cáceres. Una de las principales conclusiones obtenidas en este encuentro, inaugurado el lunes, ha sido la de la existencia de diferentes estilos de aprendizaje alejados de las formas tradicionales y cercanos a expresiones artísticas tales como la música, el teatro o el dibujo. Igualmente, se ha hecho hincapié en la ayuda que las nuevas tecnologías de la información y comunicación pueden suponer en estos procesos.

Por este congreso han pasado 414 profesores presenciales de 80 países, y se han realizado 25 sesiones simultáneas en las que se han presentado 127 comunicaciones. Carlos Ongallo, presidente de este congreso, ha resaltado que a lo largo de estos tres días se ha trabajado para mejorar la forma de relación del individuo con el mundo, su calidad de vida y optimizar su aprendizaje.

Otra de las conclusiones generales, apuntadas por Ongallo, es que el sistema educativo "está tomando conciencia de la necesidad de tener en cuenta cómo aprende el alumnado en los diferentes niveles educativos", potenciando que el estudiante desarrolle sus propias capacidades. Para ello, el profesor realizará un itinerario para cada tipo de alumno.

En relación a los tipos de capacidades, Ongallo ha denotado la diferencia entre individuos activos, teóricos, reflexivos y pragmáticos, y ha explicado que una persona con un estilo de aprendizaje reflexivo tendrá más facilidades para opositar, mientras que un individuo pragmático encontrará más sencillo enfrentarse al mundo empresarial. El presidente del congreso ha recordado la importancia que tiene para Extremadura ser la organizadora de un evento de estas características.

El congreso, que ha tenido una alta participación, se celebra cada dos años, alternando América con Europa. En la anterior ocasión fue Concepción, en Chile, la encargada de la organización, y la próxima edición se llevará a cabo en una ciudad del distrito de México, Texcoco, ciudad hermanada con Cáceres.