Las poblaciones extremeñas ya no crecen a lo alto sino a lo ancho. Las unifamiliares se han popularizado de tal manera en los últimos años en la región que ya representan cuatro de cada diez viviendas nuevas que se construyen, según datos recogidos en el Boletín Estadístico de la Construcción en Extremadura , una publicación trimestral de la Consejería de Fomento que pretende negro sobre blanco la realidad de este sector económico.

En todo el 2002 se construyeron en Extremadura 9.574 viviendas, de las que el 42% son unifamiliares y el resto, pisos en bloques convencionales. Los chalés representan cada año un porcentaje mayor frente a los pisos. Las unifamiliares ofrecen mayores espacios (a menudo incluyen garaje propio y jardín) y mayor independencia al no compartir servicios comunes (ascensor o limpieza), pero implican algunos inconvenientes, entre ellos la disposición vertical de las estancias de la casa (lo que obliga a subir y bajar escaleras) y su ubicación a menudo lejos de los centros de las poblaciones.

El boletín de la Consejería de Fomento subraya "el significativo crecimiento experimentado en la construcción de edificios destinados a viviendas unifamiliares adosadas, pues los otros tipos de edificaciones muestran en general un decrecimiento". Con respecto a la superficie media por vivienda, en el caso de los adosados en Extremadura es de 130 metros cuadrados frente a los 110 metros de pisos en bloques.

Las viviendas adosadas han tenido una expansión trepidante en Extremadura, especialmente en la última década. Ha sido un proceso vinculado al del boom que ha vivido el sector inmobiliario, fruto del cual se han construido en la región casi 50.000 viviendas en el periodo 1998-2002. Los datos del segundo trimestre del 2003 dejan ver una ligera caída, pues han salido al mercado un 18% de unidades menos que en el mismo periodo del 2002. "La variación interanual presenta un saldo negativo, lo que parcialmente se explica por los buenos resultados obtenidos en el segundo trimestre del 2002".

Se vende todo

La fuerte demanda de viviendas en los últimos años en Extremadura --se venden las promociones al completo antes de que finalicen las obras-- hace pensar que el mercado puede estar llegando a un cierto nivel saturación, con lo que esto provocará un paulatino descenso del volumen anual de viviendas construidas, tanto nuevas como restauradas, reformadas o ampliadas.