Extremadura dispondrá de 24.000 hectáreas para el cultivo de tomate durante la campaña de este año, una cifra similar a la que registró durante el pasado 2016.

El presidente de la Agrupación de Cooperativas Agrarias de Extremadura (Acopaex), Domingo Fernández, ha explicado a Efe que tanto las condiciones internas como internacionales no han variado mucho en relación al año pasado, lo que permite destinar este número de hectáreas.

Fernández ha recordado que la producción dependerá, sin embargo, de las condiciones climatológicas durante los próximos meses, por lo que se alcanzarán cifras superiores a las registradas durante el pasado año, marcado por la inestabilidad, si no hay sobresaltos meteorológicos.

Por este motivo, aunque se dedique este año un número de hectáreas similar al registrado durante 2016, si las condiciones meteorológicas se mueven en valores normales se podría lograr entre un 10 y un 15 por ciento más de producción.

La comunidad extremeña espera además exportar una cifra similar a la registrada el ejercicio pasado, aunque dependerá de la producción de este año.

Los mercados internacionales no han sufrido muchas variaciones durante los últimos meses, salvo un mayor almacenaje en Estados Unidos, lo que ha llevado al país norteamericano a sembrar menos hectáreas.

Esta decisión también se debe a que el dólar se ha equiparado con el euro, con lo que se encarece el transporte para los productores estadounidenses.

"Que Estados Unidos tenga estock no es bueno, aunque peor sería que se produjese en Europa, lo que afectaría más", ha comentado el presidente de la Agrupación de Cooperativas Agrarias de Extremadura.

Este año se prevé por otra parte menos hectáreas destinadas al cultivo del maíz en la comunidad autónoma extremeña, aunque no se sustituirán por más terrenos para tomate, pues la demanda mundial de éste último es hoy constante y grandes producciones podrían generar desequilibrios.

"Habrá algunas menos hectáreas de maíz, debido a que la situación de este cultivo no es buena", ha comentado Fernández, quien ha indicado que esa superficie no destinada a maíz irá a cultivos alternativos como el girasol.