Extremadura en la segunda región española con el nivel salarial más bajo del país, con una media de 7,8 euros cada hora trabajada, según un informe de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) sobre la distribución salarial en las comunidades españolas. Los datos revelan que Madrid es la región que representa el nivel salarial más alto de España, con un salario medio por hora de 13,1 euros, frente al salario por hora de 7,4 euros en Murcia, la comunidad en la que el nivel salarial es más bajo. Después de Madrid, la región que presenta un salario medio más alto es Cataluña (12,3 euros la hora), seguida de País Vasco (11,8 euros), Andalucía (10,6 euros) y Navarra (10,1 euros). Por el contrario Extremadura, junto con Murcia, muestra el nivel salarial más bajo, con 7,8 euros cada hora. A continuación, aparece Castilla-La Mancha (7,9 euros), La Rioja (8,1 euros) y Cantabria (8,6 euros). De esta manera, la ratio entre las cinco regiones con salarios más altos y las cinco regiones con salarios más bajos es de1,45. En comparación con las regiones con bajos niveles salariales, Cataluña y Madrid emplean trabajadores con mayor nivel educativo, con mayor antigüedad en las empresas en las que prestan sus servicios y con una proporción de contratos indefinidos también mayor. CRECE LA INVERSIN EXTERIOR EN ESPAÑA Por otro lado, la última publicación de 'Papeles de la economía española' de Funcas dedica también un análisis a la inversión extranjera directa en España, y concluye que dicha inversión aumentó un 30 por ciento entre 1998 y 2002. Los autores del estudio destacan cómo España experimentó un rápido crecimiento en la recepción de la inversión exterior a partir de su incorporación a la UE, pasando de una participación mundial como receptor de esta inversión del 3,7 por ciento en el periodo 1981-1986 al 7 por ciento en 1991. El informe señala que Madrid, por el "efecto capitalidad" y el"efecto mercado", es la región "más atractiva" para la inversión extranjera, especialmente en el sector de la alimentación, mientras que en la industria química son importantes las economías de localización, por lo que este sector muestra una preferencia clara de inversión en regiones con un alto nivel de densidad tecnológica, como Madrid, Cataluña y País Vasco.