La realidad es que no se cubren las bajas, sólo las maternales o cuando hay una previsión de largo tiempo, pero aún así el trabajador nuevo no llega hasta que no pasan 15 o 20 días. Por otra parte también se han ido amortizando puestos y han aumentado los contratos temporales que se hacen cuando hay un aumento de actividad determinado, por ejemplo, cuando llega la campaña de la gripe», expresa P.C., un enfermero de 37 años que lleva 14 como trabajador temporal del SES. «Yo ya soy lo que se dice un sustituto veterano y más o menos me adapto pronto a los nuevos puestos. Pero, por ejemplo, mi área es la quirúrgica y mi resumen de los últimos meses es: en noviembre estuve en planta, en navidades me llevaron a quirófano y ahora cubro una baja en Atención Primaria», añade este sanitario que se ha presentado dos veces a las oposiciones quedándose a las puertas del aprobado y que prefiere aparecer sólo con iniciales «porque hay cosas que siguen funcionando como siempre y no quiero salir perjudicado».

Su testimonio es el ejemplo de los primeros resultados que arroja el informe sobre la eventualidad en el sector público que ultima Csif-Extremadura: los puestos temporales en Educación, Sanidad y Servicios Sociales alcanzan ya el 32%, lo que significa que la cifra se ha cuadriplicado desde el 2010 (cuando la tasa era del 8%). En otros sectores como Justicia, la eventualidad es del 21%. «Este cambio no implica solo que se precarice el empleo, que ya es grave si hablamos del área pública, sino que hay una excesiva carga de trabajo que repercute directamente en la calidad de los servicios con respecto a los usuarios», asegura Benito Román, presidente de este sindicato. «Se firman contratos hasta de cinco días, con lo cual no tienes derecho a descanso», apostilla el enfermero P.C.

Otro de los datos significativos del informe de Csif es que Extremadura ha perdido desde ese año 2010 unos mil puestos en Sanidad (desde el sindicato Satse aseguran que 300 son enfermeros), 800 en Educación y 500 en Administración general.

«La falta de reposición da lugar a que las plantillas oficiales sean cada vez más delgadas y, además, estén envejecidas: ahora la media de edad en las áreas citadas ronda los 51-52 años. Hay carencia de empleados públicos por culpa de los recortes y encima peligran las oposiciones», subraya Benito Román. Y agrega que en el caso de las plantillas funcionales, «el personal que encadena contratos», las altas tasas de precariedad son preocupantes porque «hay compañeros que tienen jornadas maratonianas cuando llegan determinadas fechas como las vacaciones de verano o las navidades».

Román insiste en el peligro de la precarización: «Se crean puestos a tiempo parcial o por horas en sectores que son primordiales para una sociedad avanzada. Y la sanidad es una de las áreas que sale peor parada, quizá porque también es de las más sensibles».

RESPUESTA DE LA JUNTA / Desde la Consejería de Sanidad y Políticas Sociales de la Junta, responden a estos datos asegurando que en comparación con el año 2014, la plantilla del SES se ha incrementado de 15.689 a 16.344 empleados, mientras que el personal temporal (becarios, sustituciones, guardias...) ha bajado en ese periodo de 1.522 a 1.088. No obstante, no ofrecen datos sobre qué porcentaje ejerce de interino, «donde se da igualmente esa temporalidad que criticamos», aseguran desde Csif.

La consejería añade que Extremadura tiene uno de los porcentajes de eventualidad más bajos de España pero consideran normal que éste haya aumentado «ya que el gobierno de Rajoy impuso la tasa de reposición: de su mantenimiento o supresión dependerán las plazas que se convoquen en las próximas oposiciones de este año».

En cuanto a la pérdida de puestos que denuncia Csif, aseguran que «la plantilla es casi la misma».

En la Consejería de Educación y Empleo aseguran que la tasa de interinidad (no hablan de temporalidad en ningún momento), a fecha de 19 de enero, es del 21,1%, lo que supone 3.103 de los 14.525 trabajadores que componen la plantilla oficial. En estas cifras no incluyen los 381 puestos fijos de los profesores de Religión.

No obstante, subrayan que hay algunas especialidades con un porcentaje bastante más alto. Es el caso de Intervención Sociocomunitaria (60%), Procesos de Gestión Administrativa (46%) y Física y Química (32%). «Son tres de las 15 en las que se plantearon inicialmente para este año oposiciones, aunque se ha tenido que dar marcha atrás por los problemas con el Gobierno (que ha vetado que estas se convoquen hasta no se aprueben los Presupuestos Generales)».

En cuanto a la reducción de plazas docentes en Extremadura, aseguran que entre los años académicos 2012-13 y 2015-16, la región perdió en torno a unos mil puestos, «pero entre el curso pasado y éste se han ido recuperando y ya hay 600 plazas de maestros y profesores más motivadas, en parte, por la aplicación del nuevo currículo de ESO y Bachillerato que da más peso a las asignaturas troncales».

La consejera Esther Gutiérrez ha asegurado en más de una ocasión que el objetivo es avanzar en la «reposición de derechos básicos perdidos».

Desde Csif-Extremadura vuelven a hacer hincapié en las consecuencias de precarizar los sectores básicos a través de un servicio temporal (en el que incluyen a los interinos) que no permite un eficiente desarrollo del puesto de trabajo. «Si cada dos por tres estás en un empleo y un contexto distinto, la sensación, muchas veces, es la de tener que volver a empezar», reconoce el enfermero P.C.