Las deficiencias en la red de distribución de agua ha supuesto la pérdida de más de 25.000 millones de litros en Extremadura en un año, con los que casi se podría llenar el embalse de Guadiloba en Cáceres. Así se desprende de la última encuesta sobre el suministro del agua realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), y que refleja que en España las pérdidas por fugas de agua superan los 650.000 millones de litros.

La pérdida de agua por roturas de tuberías o por filtraciones en la red es constante año tras año, si bien es cierto que los últimos datos recogidos por el INE reflejan que esas fugas van a menos debido a la modernización de la red de saneamiento.

Atendiendo a estos datos oficiales, en la región se distribuyen casi 70.000 millones de litros para el abastecimiento público, de los que 50.000 fueron para los hogares; y 11.500 millones de litros para consumo municipal.

La razón fundamental de que tal cantidad de agua no llegue a ser consumida es la mala situación de la red de tuberías de distribución del agua en la comunidad autónoma. Esto es debido a que en toda la red hay un depósito de agua bruta, y hay empalmes donde se producen roturas y filtraciones. De hecho, lo habitual es que al hogar lleguen 75 de cada 100 litros que salen; el resto se pierde por el camino. Aunque bien es cierto que cada vez se realizan más campañas por parte de las empresas suministradoras para detectar los puntos de fuga en la red, y eso está mermando esas pérdidas.

Sin embargo, el consumo medio de agua en los hogares extremeños ha aumentado algo más del 10% según estos últimos datos oficiales, hasta situarse en los 125 litros por persona y día. Ese incremento es muy superior a la media nacional (1,5%), pero a pesar de ello, el consumo de agua en las casas de la comunidad autónoma se sitúa en 125 litros por persona y día, 7 litros menos que la media española.

VALOR DEL AGUA // Todo ese volumen de agua controlada y distribuida para el abastecimiento público (casi 70.000 millones de litros) también tiene una importante coste económico, ya que, según el INE, casi alcanza los 68 millones de euros. Mientras tando, los servicios de suministro realizan inversiones que apenas llegan a los 2 millones de euros.

La gran mayoría de esa agua registrada está destinada al consumo en los hogares (50.000 millones de litros), mientras que los principales sectores económicos consumen 6.500 millones de litros (muy lejos de los 27.000 millones registrados diez años antes), y otros 11.500 son para consumo municipal.

Otros datos aportados por el INE reflejan que en el último año analizado había casi 124.000 millones de litros de agua disponibles para ser potabilizada en Extremadura; mientras que otros 114.000 millones de litros es de agua no potable. Además, se recogen casi 450 millones de litros al día de agua residuales tratadas; y que se gastan 35 millones de euros para el alcantarillado y la depuración de esas aguas residuales.

Por otro lado, en España se pierden 650.000 millones de litros de agua al año por las deficiencias en las redes de suministro; y el valor del agua distribuida supera los 3.500 millones de euros.

RENOVACIÓN // Ante esta situación, la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS) ha reiterado en diversas ocasiones la necesidad de llevar a cabo una mayor inversión en las redes. En su último estudio sobre suministro y saneamiento en España, correspondiente a 2016, relcalca que «las infraestructuras del agua están envejeciendo» y urge acometer su renovación. El documento, que aporta sólo datos globales para España, subraya que el 41% de las redes de distribución cuenta con más de 30 años.

De toda esa distribución, el sector de la agricultura es el que más consume, ya que se lleva entre el 60 y el 70% del agua. El Ministerio de Agricultura señala que existe un incremento continuo en la superficie regada en España; con 3,6 millones de hectáreas regadas.

Los últimos datos del INE señalan que más del 75% del volumen de agua disponible para el riego es de origen superficial. Un 22,4% tuvo origen subterráneo y un 1,9% procedió de otros recursos hídricos, como agua desalada (marina o salobre) o regenerada (procedente de las estaciones de depuración).

EXTREMADURA RECORTA // Las tres comunidades en las que más se ha incrementado el uso de agua de riego, atendiendo al estudio, fueron Comunidad Valenciana (29,3%), Castilla y León (16,9%) y Región de Murcia (14,7%). Por el contrario, las que más redujeron el uso de agua para regar los cultivos son Comunidad Foral de Navarra (-13,3%), Castilla-la Mancha (-13,1%) y Extremadura (-11,1%).

Lo cierto es que todas estas cifras reflejan la necesidad de acometer mejoras en la red de abastecimiento de agua en toda España en general, y en Extremadura en particular, para evitar que miles de millones de litros se pierdan por el camino, cuando se habla de un bien tan preciado como es el agua.