Las familias extremeñas necesitan una media de 3,9 años de sueldo íntegro para comprar una vivienda nueva de cien metros cuadrados, según un informe elaborado por Caixa Cataluña que analiza la evolución del mercado inmobiliario en los últimos seis años. Si se trata de una casa de segunda mano, los ingresos necesarios serían los equivalentes a la renta de 3,4 años. Este esfuerzo es, con todo, bastante inferior a la media nacional, donde se precisan 6,4 años de sueldo para comprar una casa nueva y 6,6 años para una de segunda mano.

Según los autores del estudio, el hecho de que en Extremadura haga falta menos renta para comprar una vivienda de segunda mano que una nueva y en la media nacional ocurra el revés se debe a que en la comunidad extremeña aún tiene poco peso el fenómeno de construir en la periferia de las ciudades, como sucede en Madrid y Cataluña, donde estas zonas residenciales alejadas son más baratas que el centro.

En todo caso, el esfuerzo financiero medido en rentas anuales necesarias para adquirir una vivienda ha experimentado en Extremadura un importante incremento, al pasar de 2,7 años en el año 2000 a los 3,9 años señalados para el 2005, lo que significa una subida del 44%, muy cerca de la media española, donde el incremento del esfuerzo familiar fue del 44,3%.

POBLACION EXCLUIDA Así, Extremadura no se libraría --aunque hasta ahora este problema tiene menor impacto-- del hecho de que, como recoge el informe, el incremento del precio de las viviendas "muy por encima del de la renta familiar disponible", ha supuesto que cada vez más ciudadanos sean "expulsados del mercado inmobiliario" al no poder afrontar los pagos de una hipoteca.

De este modo, mientras que todas las familias extremeñas podrían acceder a una casa de 40 metros cuadrados si se les da una hipoteca a 20 años, un 10% de las mismas ya no podrían afrontar el gasto para un piso de 60 metros cuadrados.

Subiendo otro escalón, una vivienda de 80 metros cuadrados estaría al alcance del 80% de las familias de la región, mientras que una de cien metros cuadrados sólo estaría al alcance del 60% de los extremeños.

Por último, el estudio se refiere a las casas de 120 metros cuadrados, la mitad de las familias de la región.

Otra variante utilizada en el análisis de Caixa Cataluña es la de incrementar los años de amortización del crédito hipotecario, que es la tendencia actual del mercado. Así la simulación de población excluida se realiza sobre una vivienda de cien metros cuadrados con un préstamo por el 75% del coste de la casa.

En este caso, el 90% de las familias extremeñas podrían comprar el piso si se les facilitan plazos de entre 30 y 40 años de amortización. El informe revela que aumentar el plazo apenas tiene repercusión sobre el esfuerzo financiero, que baja poco más de un punto por cada lustro que se amplíe la hipoteca.