El 36% de los hogares extremeños lo pasan mal para estirar el sueldo hasta final de mes, y un 64% no pueden dejar ni un euro en la cuenta de ahorro. Mientras, en la media española el porcentaje de hogares con problemas para cubrir el mes es ocho puntos inferior, y el de quienes no ahorran está tres puntos por debajo.

Con este panorama no es de extrañar que las familias extremeñas hayan seguido la senda opuesta a lo que se da en el resto del país y hayan decidido recortar sus gastos.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, durante el último año cerrado, el 2003, las familias de la región gastaron algo más de 15.700 euros de media, 200 menos que en el ejercicio anterior, pese a que se supone que dispondrían de más renta aunque sólo fuera por la subida anual de salarios.

En la media española, el camino es el opuesto, y el gasto creció en 800 euros anuales, hasta superar los 22.000 euros por familia, 6.300 euros más que los hogares extremeños.

Con ello, la región se distancia en cuanto a índice de renta familiar respecto a la media española, cayendo un punto y medio en un año, y colocándose con el 74,8%, en el último lugar el ránking de comunidades.

Y ello pese a que la vivienda obliga a gastar cada vez más, y ya copa el 27% del presupuesto familiar, con un incremento acelerado en el último trienio analizado.

Así, en 1998 el gasto en vivienda era en Extremadura era de 3.453 euros anuales de media, y tres años después pasó a 3.546, lo que supone una subida del 2%. Mientras, el presupuesto familiar crecía un 8% en el mismo periodo.

En el siguiente trienio han cambiado las tornas. Ahora los hogares extremeños tienen que destinar de media 4.243 euros anuales a la casa, es decir, un 19% más que tres años antes. Mientras, el gasto total ha subido la mitad, y alcanza los 15.738 euros.