La Federación Provincial de Empresarios de la Construcción de Cáceres (Fecons) ha hecho hoy balance del sector y ha asegurado que "se encuentra en el peor momento" en cuanto a inversión pública, ya que de los 250,8 millones de euros que se licitaron en 2015, la cifra bajó hasta los 144,6 millones en 2016, un 42% menos.

El presidente de Fecons, Carlos Izquierdo, ha criticado que pese a que ha pasado ya una década desde que se iniciara la crisis económica, "el sector no remonta y el horizonte es nefasto".

Izquierdo ha desglosado los últimos datos de empleo, licitaciones, obra nueva y empresas, y los datos "son desalentadores", excepto en el caso del número de visados de obra nueva, que ha aumentado un 60%.

Asimismo, la Fecons se ha mostrado "preocupada" por el reparto de la inversión pública de los Presupuestos Generales de Extremadura (PGEx) entre ambas provincias, ya que, según Izquierdo, en la provincia pacense se invierte 2,7 veces más que en la cacereña.

En este sentido, según los datos aportados, en 2016 la Junta destinó 26,3 millones para el sector de la construcción en Badajoz, mientras que en Cáceres la cantidad no alcanzó los 10 millones, concretamente, 9,2.

En cuanto al número de empresas y trabajadores afiliados, los datos tampoco son "nada alentadores". En la provincia de Cáceres el pasado año 2016 cerró con 1.860 empresas (-2,3%) frente a las 1.903 de 2015. Y desde 2007 se ha perdido un 38,2%, con respecto a las 3.008 que había en 2007.

En cuanto a los afiliados, la provincia de Cáceres sumaba 18.675 en 2007, frente a los 5.511 de 2016, un 70,5% menos. Y en términos interanuales ha descendido un 6,6%: de 5.900 a 5.511 trabajadores en el sector.

A nivel regional, el número de empresas de la construcción en Extremadura en 2015 era de 4.232 y en 2016 descendió hasta las 4.012, lo que supone una bajada del 5%.

Al respecto, la federación ha criticado "no ya que no se inicie obra nueva, si no que no se pongan en marcha obras nuevas, y se apueste por el mantenimiento de las infraestructuras actuales".

Según Izquierdo "es una irresponsabilidad no afrontar el arreglo de infraestructuras como carreteras o edificios patrimoniales".