El acuerdo firmado ayer día 8 de octubre entre los sindicatos, la patronal y el Gobierno Regional, sobre competitividad, empleo estable y cohesión social, es un buen marco de actuación para generar confianza en el futuro y avanzar de una vez por todas en la dirección de los grandes principios que inspiran -o deben inspirar- las democracias occidentales en este tercer milenio, entre ellos la igualdad social fruto del diálogo entre los actores sociales representantes estos de todos y cada uno de los ciudadanos de un territorio.

Extremadura, desde este consenso sobre la participación de todos -sin exclusión- en la sociedad a través del trabajo, rehace nuevamente el principio centenario de la Revolución Francesa de 1789, en el que todos eran iguales por naturaleza y se daban a través de su participación en el entramado social las mismas posibilidades de ser recompensados para el desarrollo de la dignidad humana. Las exclusiones en formas de categoría sociales -entiéndase género, edad, etnia, discapacidad y otras- quedaban mitigadas a través de la participación real de estas personas en el trabajo colectivo.

Nuestra sociedad estratificada requiere de pactos de este tipo para hacer partícipes a todas las personas que habitamos en esta Región de los medios para vivir con la dignidad suficiente que permite este momento histórico.

Ahora sindicatos, patronal y gobierno renuevan los principios que deberán hacer posible este contrato social necesario para dirigir el rumbo hacia una sociedad más opulenta a la vez que más justa.

Es hora de "hacer bien las cosas" como tantas veces repitiera nuestro presidente Guillermo Fernández Vara en momentos de campaña.

El propio sistema de libre mercado requiere del acuerdo a largo plazo, requiere de exista la paz social y de un futuro lleno de expectativas para todos, es este el espíritu que entreveo en el texto del acuerdo de ayer, el "para todos".

El futuro nos pertenecerá de seguir líneas consensuadas como las firmadas ayer. Bienvenido el acuerdo que nos permite encarar el futuro para todos; nos toca ahora hacerlo posible y demostrar que es la ¡hora de Extremadura!

*Sociólogo y antropólogo de la Universidad de Extremadura