Los meteorólogos avisaron de las importantes consecuencias que podrían tener los restos del huracán Gordon en la región, pero lo cierto es que lo único que ha traído es la llegada de la lluvia coincidiendo con la entrada del otoño. A pesar de que no provocó incidentes de importancia, el 112 sigue hoy con la alerta naranja activada en previsión de fuertes lluvias, sobre todo en Cáceres.

La tónica habitual ayer fue la persistente lluvia, aunque sin fuerza, que cayó en buena parte de la región y que provocó pequeñas inundaciones en viviendas y locales comerciales, sin daños importantes, según distintas fuentes consultadas por este periódico.

Además de en Extremadura, la alerta se mantiene activada por fuertes vientos, lluvia y tormentas en Asturias, Cantabria, País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón, Madrid, Andalucía, Castilla y León y Castilla-La Mancha, y Galicia.

Los gallegos estaban avisados y en esta comunidad autónoma es donde más se ha sentido el temporal, que a pesar de no ser tan fuerte como se había anunciado, causó cuatro heridos, numerosos destrozos materiales y dejó a 100.000 personas sin luz. Con vientos de hasta 184 kilómetros por hora, el huracán convertido en tormenta tropical destrozó árboles, parte de algunos inmuebles --en la Costa da Morte el viento arrancó el tejado de un instituto, que estaba vacío en previsión de lo que podía pasar--, y ocasionó grandes olas.

Gordon no ha resultado tan gordo como se pensaba.