La tramitación de las ayudas de la PAC ha ofrecido este 2017 dos importantes novedades. Por un lado, la posibilidad de presentarlas por vía telemática. El año pasado ya se implantó esta opción, pero como programa piloto, de forma que las peticiones canalizadas a través de internet no pasaron de los dos centenares. En cambio, este año han sido más de 90% del total.

La otra novedad ha sido la presentación de forma gráfica. Por normativa comunitaria, en el 2016 este era el soporte obligatorio para explotaciones de más de 200 hectáreas, mientras que este año el listón se ponía en las de más de 30 y para todos los agricultores y ganaderos que perciban una ayuda agroambiental. Para el 2018 tendrán que hacerlo la totalidad de los expedientes.

Las declaraciones gráficas consisten en que el agricultor o su representante delimita sobre el visor SIGPAC su explotación. «Ve sus parcelas, dónde tiene los olivos, los cultivos hortícolas, o los cereales, por ejemplo, y va delimitando dónde está cada cosa a partir de esa referencia visual», precisa Antonio Gordón, director de Programas y Coordinación de Ayudas PAC de la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio. El mismo programa va calculando las superficies a partir de lo que se dibuja. «La ventaja que tiene es que el agricultor va comprobando su explotación visualmente y evita errores declarativos», sostiene Gordón, al tiempo que resalta que el nivel de presentación de declaraciones gráficas ha estado muy por encima del obligatorio por normativa para este año en la región, que hubiera sido de «en torno a un 40%». «Antes los agricultores tenían que declarar recinto por recinto, y una explotación media puede tener 40 o 50. Ahora, con esta herramienta gráfica puede declarar a la vez recintos que coincidan en ayuda y en cultivo», apostilla.

«La presentación telemática ha sido un éxito. No hemos tenido problema ninguno. Es un sistema comodísimo que ha funcionado desde el primer momento perfectamente», remarca Mayte López, responsable de la Oficina Técnica Agraria de Caja Rural de Extremadura, entidad que ha gestionado este año unas 5.300 solicitudes (en total, tiene domiciliadas unas 9.000). Además de prescindir del papel, el nuevo sistema, destaca, evita tener que ir cada año hasta el registro de la consejería con todos los paquetes de solicitudes.

Solapamiento

Con la presentación gráfica esta responsable de Caja Rural se muestra, en cambio, más crítica, ya que considera que ha habido cierta «imprevisión» a la hora de implantar el sistema, lo que ha ocasionado frecuentes errores al solaparse las superficies delimitadas por distintos agricultores en sus solicitudes. «En fincas grandes de un solo titular no ha habido problemas», explica, pero con otras, como por ejemplo «con parcelas pequeñas de viñedo y olivar, partidas gráficamente para el dueño y su arrendatario, se ha liado una tremenda».

En esta misma línea, Ignacio Huertas, secretario general de UPA-UCE, destaca que la declaración telemática resulta «muy interesante para nosotros, porque no tenemos que andar moviendo los miles de papeles que antes teníamos que llevar de un lado a otro», pero también subraya las dificultades que ha originado el solapamiento de superficies.

«El problema es que al pintar en el ordenador en una parcela que esté divida para dos agricultores no haces la medición exacta. Y en muchas ocasiones lo que ocurre es que se hace de manera que una superficie salta sobre la otra», explica. «Lo que nos dicen es que de cara al año que viene esto se va a ver, y que si alguien ha declarado ya una superficie, eso se va a poder percibir en el ordenador».