La Dirección General de la Guardia Civil ha mostrado su "total apoyo" al general jefe de la zona de Castilla-La Mancha, el cacereño Juan Carlos Rodríguez Búrdalo, al que la Asociación Unificada de Guardias Civiles implicaba en un supuesto complot de altos mandos para echar del cuerpo a Antonio Peñafiel, exjefe de la Comandancia de Albacete, que asesinó a dos compañeros, hirió a un tercero y se disparó a sí mismo en la cabeza el pasado día 17.

En este sentido, la Dirección General de la Guardia Civil asegura que las críticas de la asociación, basadas en declaraciones del propio Peñafiel, "son absolutamente carentes de fundamento" y que han dado lugar a informaciones publicadas referentes al suceso que en muchos momentos "contenían imprecisiones y aseveraciones alejadas de la realidad", por lo que entienden que han podido ocasionar desprestigio para el personal allí destinado y para sus mandos, como es el caso del general cacereño.

En relación con ello, señala que tras unos primeros meses normales "llegaron indicios objetivos sobre supuestas irregularidades", por lo que el 26 de noviembre de 2002 se ordenó la incoación de un expediente gubernativo por la supuesta comisión de una falta muy grave del artículo 9.9 de la Ley de Régimen Disciplinario de la Guardia Civil. Junto a la orden de incoación se acordó el cese cautelar en funciones de Peñafiel conforme a las previsiones del régimen disciplinario.

Asimismo, insiste en que los sucesos acaecidos no avalan la sensatez de la conducta del teniente coronel Peñafiel, sino que confirman los signos iniciales de desequilibrio apreciados.