Las palabras del presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, criticando el "saqueo y expolio" de la energía regional han vuelto a situar a las empresas eléctricas en el punto de mira. Ibarra fue más allá y propuso que en la futura reforma estatutaria la comunidad asuma las competencias hidráulicas y cobre un canon a las empresas que generan energía a través de estos recursos. Es decir, a las centrales hidroeléctricas. De esta forma el presidente extremeño vuelve a la carga contra las eléctricas después de que el Tribunal Constitucional anulase recientemente la llamada ecotasa , un impuesto destinado a gravar el impacto producido por la generación de electricidad.

En esta ocasión Ibarra apuesta por una nueva fórmula, que arrancaría copiando en cierta manera el nuevo Estatuto de Andalucía, actualmente en tramitación parlamentaria. En el artículo 50 de este proyecto se afirma que "Andalucía ostenta competencias exclusivas sobre la Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir", aunque el texto se prevé concretar ya que Andalucía solo quiere gestionar las aguas que discurren por territorio andaluz, y no el 10% de la cuenca que afecta a Castilla La Mancha, Murcia y Extremadura.

El primer paso sería que Extremadura introdujese en su Estatuto una fórmula para asumir las competencias sobre los recursos hidráulicos, algo complicado porque el Guadiana cruza Andalucía y el Tajo pasa por Castilla-La Mancha y Portugal.

Una vez que se superase este obstáculo legal, el Ejecutivo regional crearía un nuevo impuesto que afectaría a las 22 centrales hidroeléctricas que hay en la comunidad. La mayoría de ellas son minicentrales de menos de 30 Mw, aunque hay 5 de más de 100 Mw (megawatios), todas ellas propiedad de Iberdrola. Las de menor tamaño se reparten entre Saltos del Guadiana, Saltos Extremeños, Salto del Jerte, Hidronorte, Félix González, Hidroeléctrica del Viejas y la propia Iberdrola. En total suman una potencia instalada de unos 2.200 megawatios, una cifra que supera incluso la de la nuclear de Almaraz. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la generación de energía hidráulica no es constante y depende de numerosas variables. De esta forma, el año pasado, y debido especialmente a la falta de lluvias, estas centrales generaron 798 Gwh (gigawatios hora), casi cuatro veces menos que en 1998 y veinte veces menos que la central de Almaraz.