Estrenar zapatos le ha costado a Juan Carlos Sáez acudir dos veces a Urgencias. La primera el 12 de julio y la segunda, el pasado domingo, con el resultado de "lesiones dérmicas", según ambos partes médicos. ¿El problema? Al parecer, según la mujer del herido, Raquel Vivas, "los zapatos están contaminados con una sustancia tóxica por la que ya se han retirado varios en todo el país". Se refiere al dimetilfumarato, un componente que se envasa en bolsitas y se inserta en los envases del calzado.

Heridas, ampollas, pus y descamación es lo que soporta día tras día Sáez desde que estrenó aquellos zapatos marrones, aparentemente normales. Su mujer explicaba ayer indignada que quiere denunciar esta situación porque en el establecimiento cacereño donde los compró "eluden responsabilidades y para que no se vuelva a repetir una situación así". De momento no se ha confirmado que estas lesiones estén producidas por esta sustancia, lo que sí queda claro es que es "los zapatos tienen algo, porque mi marido nunca ha sufrido alergia alguna".

El responsable de la tienda asegura que tiene conocimiento del caso, pero que los zapatos no fueron adquiridos en ninguno de sus establecimientos pese a que Vivas los presenta en una caja donde únicamente aparece el nombre de la tienda y un código --dentro, la firma ZN--. Un código que aseguran en la tienda coincide en su base de datos con unas sandalias y no con los mocasines objeto de la polémica. "Agentes de Consumo inspeccionaron la tienda y no abrieron ninguna incidencia. Nosotros nos debemos a nuestros clientes y esos zapatos los ha comprado en otro sitio", dicen. El problema de Vivas ante su reclamación es que "no tengo el ticket de compra", y si Consumo no encontró nada fue porque, según ella, "ya se habían encargado de deshacerse de la mercancía tras el daño que no asumen".

El matrimonio hasta la tarde de ayer no había interpuesto ninguna denuncia, aunque está entre sus planes. Ha acudido al Instituto Extremeño de Consumo, que desde que saltó la alerta ha recibido una docena de denuncias en referencia a diferentes modelos de origen chino, desde la aparición del primer caso en diciembre del 2008.

La sustancia con la que presuntamente están contaminados los zapatos puede presentar "riesgo grave para la salud", según ha alertado el Ministerio de Sanidad, y recoge la Unión de Consumidores de Extremadura, ya que el dimetilfumarato es "nocivo por vía dermal, irritante para la piel". Según Consumo, en la actualidad están incluidos en la red de alerta 245 modelos en los que se ha detectado la presencia de la sustancia prohibida, la mayoría provienen de actuaciones rutinarias de vigilancia en los establecimientos.