¿Quiere saber cuál es el nivel de monóxido de carbono que circula por su organismo? Help, por una vida sin tabaco , una campaña lanzada por la Unión Europea en todo el continente se lo pone fácil, al menos a quienes hoy y mañana estén en Badajoz, y el jueves y el viernes en Cáceres. Tras una parada inicial en Mérida, los extremeños sabemos ahora más acerca de las consecuencias perjudiciales que provoca el humo del tabaco, tanto a los que fuman como a quienes les rodean. Además de recibir todo tipo de información sobre el hábito del tabaco y posibles soluciones para quienes lo quieren dejar, usted puede además someterse a una prueba de cooximetría, una sencilla operación muy similar a la que realiza la Guardia Civil cuando vamos en coche, y que permite conocer la cantidad de monóxido de carbono que se encuentra instalado en sus pulmones.

Esta, y otras 4.000 sustancias --la mayoría tóxicas--, cohabitan en la calada de un cigarrillo, que son responsables directas de unas 2.000 muertes al año, o lo que es lo mismo, algo más de cinco al día, solo en nuestra comunidad autónoma, según los datos de la última Encuesta Nacional de Salud, con datos referentes al año 2006. Este mismo informe revela que el 26,89% de los extremeños son fumadores, una tasa inferior a la media nacional, que se eleva al 29%.

Más allá de la frialdad de las cifras globales que atañen a la región, y que no obstante no difieren mucho al ser extrapoladas a nivel nacional, expertos en la materia, como Juan Antonio Riesco, coordinador nacional del Area de Tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), llaman la atención sobre la tendencia que está adoptando este hábito en Extremadura, con dos lecturas muy negativas. Por un lado, el aumento en el número de mujeres fumadoras, especialmente en los tramos de menor edad. Además, en los últimos años se ha detectado que un 30% de las fumadoras han incrementado su dosis , un dato que se traducirá en un aumento del número de enfermedades diagnosticadas entre las féminas de la región durante los próximos años. "Las prevalencias en Extremadura no difieren mucho de las del resto del país, pero llama la atención que ahora haya más fumadoras, y que las mujeres cada vez fumen más cigarrillos en las edades entre 16 y 24 años".

Por otra parte, preocupa que los jóvenes extremeños sean los más precoces a la hora de probar su primer cigarrillo, en torno a los 13 años, y también que sean los primeros en engancharse al tabaco, ya que lo hacen a los 16,9 años, frente a los 17,3 de media nacional.