El equipo de cirujanos de la Unidad de Arritmias y Marcapasos del Servicio de Cardiología del Hospital Infanta Cristina de Badajoz ha desarrollado una técnica pionera en el mundo para implantar marcapasos permanentes disminuyendo el riesgo de sangrado y las molestias del paciente. La intervención sólo dura 40 minutos y se realiza con anestesia local, pero una de las cosas más curiosas de este método revolucionario es que el implante se realiza en la zona inguinal, es decir, en las ingles.

Así lo explicó ayer en Badajoz el doctor Juan José García, quien aseguró que los marcapasos permanentes están indicados para pacientes con problemas en el ritmo cardiaco que, en algunos casos, pueden "llevar a la muerte". En su mayoría, estos marcapasos se instalan por vía endovenosa, donde los cables actúan desde dentro del corazón o por vía epicárdica, en la que los cables se implantan en la superficie externa.

En estas intervenciones, según recoge Efe, el paciente es sometido a una operación con anestesia general y cuidados postoperatorios de mayor complejidad y permanencia hospitalaria que con la nueva técnica desarrollada en Extremadura, más segura y sencilla.

García comentó que la técnica permite, por la vía venosa femoral en la pierna, el implante de estos marcapasos cuando las vías superiores, venas subclavias o axilares, no pueden ser utilizadas al estar obstruidas o no son útiles para esta intervención.

De esta forma, se introduce el cable por la ingle hasta el corazón y se instala el generador o pila en la cara interna, evitando la implantación epicárdica anteriormente usada en estos casos.

No obstante, aunque se dio a conocer ayer, esta técnica no es nueva, ya que el equipo, según manifestó el doctor Joaquín Fernández de la Rocha, trabaja en ella desde hace cuatro años y ya ha sido probada con éxito en 20 pacientes, el primero de ellos un anciano que la próxima semana cumplirá 100 años. Asimismo, Fernández de la Rocha destacó las importantes referencias bibliográficas con las que ya cuenta este método.