Un estudio del catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Extremadura Joaquín Cuello demuestra la relación entre el incremento de las denuncias por violencia de género con un mayor desarrollo de la ley en este ámbito. Así lo señala con motivo de la presentación de su libro La violencia de género y doméstica en Extremadura (1990-2002). Análisis del fenómeno delictivo en las sentencias penales, en el que estudia la resoluciones judiciales que, en esta materia, se han dictado durante estos doce años.

El dato más llamativo de este estudio, según Cuello, es que en los primeros años de la investigación la cifra de denuncias ya empezaba a ser cuantitativamente relevante, con más de 300, mientras que en 2002 se elevaron a 600.

De hecho, subraya que, entre 1990 y 2002, los malos tratos aislados eran considerados una falta, de modo que era necesario que éstos fueran continuados y demostrados para poder acusar al agresor de un delito.

Sin embargo, al percatarse de que había un alto número de denuncias aisladas por malos tratos, los legisladores decidieron en 2003 agravar las penas y elevar de falta a delito el maltrato aislado.

De 2002 a 2008, aunque son años que no se estudian en este libro y que serán objeto de uno que se publicará próximamente, se constata que las denuncias volvieron a duplicarse, lo que pone de manifiesto, según el autor, que a mayor grado de protección legal de las víctimas, más son las denuncias.

El catedrático afirma que la política punitiva en el caso de los malos tratos está siendo un éxito, y ha indicado que ya son muchos los que cumplen penas de privación de libertad por violencia de género.

Ahora, en su opinión, habría que estudiar cómo rehabilitar al maltratador, simultaneando las condenas con medidas preventivas y de rehabilitación que prevengan las recaídas, que suelen ser frecuentes.

El libro se ha presentado hoy en la Casa de la Mujer de Cáceres con la presencia del fiscal superior de Extremadura, Aurelio Blanco, y la directora general del Instituto de la Mujer, María José Pulido, quien ha destacado la importancia de la publicación por los datos que aporta sobre la violencia de género anterior a la aprobación de la Ley Integral contra la Violencia de Género.

El estudio pone de manifiesto que el 90 por ciento de las víctimas eran mujeres, y en algunos casos, también los niños.

Pulido resalta el hecho que se constata en el libro, que a medida que aumentan los recursos de protección, más segura se siente la mujer para denunciar.

Próximamente se publicará un nuevo volumen donde se analizarán las sentencias judiciales que se han producido con posterioridad a la aprobación de la Ley Integral contra la Violencia de Género.