Izquierda Unida propuso ayer una reforma de la Política Agraria Comunitaria determinada por el "impulso de medidas" que garanticen la productividad del entorno rural y su "adaptación a las exigencias de un modelo de desarrollo sostenible".

En la actualidad, el diseño de la política agraria comunitaria "obedece a los intereses de los grandes productores fomentando las explotaciones intensivas y una concentración de la producción que margina al pequeño productor y daña gravemente el desarrollo social del entorno rural", señaló IU en nota de prensa. Prueba de ello, se continúa, es el hecho de que el "50% de las ayudas recae sobre el 5% de los beneficiarios, mientras que la renta agraria apenas alcanza el 65% de la renta urbana".

En contraposición a este modelo, Izquierda Unida propone la adopción de diversas medidas como la "regulación" del acceso a la tierra, a las semillas, al agua y a los créditos por parte de los productores; y la creación de cooperativas de productores para la comercialización directa de sus productos al margen de los intermediarios y las empresas transnacionales, para garantizar márgenes de beneficio "más justos" para el productor.

Asimismo, la coalición mostró su rechazo a la homogeneización del pago único por explotación, ligada al desacoplamiento de las ayudas directas y propone conceder las ayudas a aquellas explotaciones que desarrollen una actividad agraria.