8:00 de la mañana en Istok, la ciudad que aquí se conoce como Istog y que según los kosovares de origen albanés debería llamarse Burimi para dejar constancia de los numerosos manantiales que hay en la zona. Esta mañana es la señalada para la formación semanal, un encuentro que se realiza, principalmente, para mantener el sentido de unidad de la Brigada Extremadura XI, el único momento de la semana en el que las tropas se reúnen en la Plaza de España.

Es un acto breve, de apenas 10 minutos, dirigido por el coronel Nicolás de Bari Millán y en el que se rinde homenaje especial a los paracadaistas. La razón, que se cumple el aniversario de la creación de la primera Brigada Paracaidista de España. La bandera española se iza, junto a la de la OTAN, mientras suena el himno nacional ante la atenta mirada de los más de 700 militares integrados a día de hoy en la brigada extremeña.

A partir de ahí Base España retoma su actividad normal, frenética, incesante y planificada casi al milímetro. Muchos de los soldados salen de la base para llevar a cabo sus misiones, especialmente patrullas y controles de carretera, aunque también hay algunas más especiales como los reasentamientos de serbios, el reparto de ayuda humanitaria o la defensa de enclaves de las etnias minoritarias.

Pero no todo es trabajo y una de las claves de todas las misiones que el Ejército español lleva a cabo en el exterior, "cosa cada vez más habitual", es luchar contra la "morriña". Para ello Base España se ha convertido en un pequeño país en el que todo recuerda a su patria. A ello contribuyen incluso los kosovares, que al amparo de la presencia española de la zona han creado una especie de centro de ocio junto a la base con restaurantes como El toro , La Isla e incluso España a los que acuden habitualmente los soldados extremeños en sus horas libres.

Dentro del asentamiento militar tampoco faltan referencias regionales. Desde la llegada de los soldados extremeños hace tres semanas las paredes de la base están inundadas de carteles en los que se puede disfrutar de vistas tan especiales como la parte antigua de Cáceres, la Puerta de Palma de Badajoz o el teatro romano de Mérida. En la Oficina de Comunicación de Base España, un gran mapa de la provincia de Badajoz trata de atraer a futuros visitantes.

En el desayuno uno de los productos con más éxito es el jamón, que no podía faltar en un lugar "dominado" por los españoles. En la cafetería, la tortilla de patatas, el bocadillo de jamón y la cerveza. Zonas para hacer deporte tampoco faltan (hay un gimnasio y campos de fútbol y baloncesto) e incluso se recomienda a los soldados que las utilicen para rebajar el nivel de estrés y así no pensar demasiado en la distancia y la soledad, algo que no todo el mundo lleva igual de bien, como reconocen ellos mismos.

Para contactar con las familias tampoco faltan medios, porque se considera algo esencial. En este sentido, disponen de una sala de internet desde la que los militares mandan correos electrónicos y chatean, además de mantenerse al día de lo que ocurre en su tierra. Junto a la sala, las cabinas de teléfono con unas tarifas especialmente reducidas par alas tropas (una llamada de Kosovo a Badajoz cuesta lo mismo que de Cáceres a Mérida).

Y por supuesto la televisión. Casi ujna veintena de canales en español proporcionan una conexión continua con la realidad española. De hecho, hay carteles que avisan de los últimos grandes eventos: los partidos de la Champions League del Real Madrid y el Villarreal. A todo esto se suman los paseos en bicicletas de montaña, los cursos de bailes de salón, el bingo, la emisión de un programa semanal de radio en castellano o los pases de películas en español.

La estancia de los militares extremeños en Istok "bajo mandato de la ONU y enviados por la OTAN" se prolongará durante cinco meses más con el objetivo de proporcionar un clima de estabilidad en una zona que hace siete años fue devastada por la guerra civil y en las que conviven hasta cuatro etnias: los albaneses, los bosnios, los serbios y los gitanos. Lo difícil ahora es completar la "hoja de ruta" de la ONU, que debería desembocar en la creación de un estatus político para Kosovo, un territorio actualmente dirigido por Naciones Unidas. Lo más complicado, garantizar los derechos de unas minorías que otrora fueron mayorías, así como un equilibrio de fuerzas aceptable para todos.

Estos objetivos son muy ambiciosos y el Ejército tiene claro, como reconocen los mandos destacados en Kosovo, que una de las claves del éxito está en que los soldados se sientan, en la medida de lo posible, como en casa. Una vez que la Brigada Extremadura ha tomado el mando en Base España, integrada por algo más de 700 militares de toda España, de los que 434 proceden de la Base General Menacho de Badajoz. Por eso, y durante seis meses, Base España se ha convertido en la pequeña Extremadura .