NACIO EN MADRID, PERO SU FAMILIA PROCEDE DE EXTREMADURA FORMACION LICENCIADO EN DERECHO Y EN CIENCIAS POLITICAS Y SOCIOLOGIA AHORA EJERCE COMO ABOGADO EN BADAJOZ Y ES EL PRESIDENTE DE LA ASOCIACION EXTREMEÑA PARA LA RECUPERACION DE LA MEMORIA HISTORICA

Con la convicción de que "no es necesario tener a familiares desaparecidos" para trabajar por la recuperación de la memoria histórica, José Manuel Corbacho forma parte de la asociación extremeña que persigue este objetivo desde su creación, hace siete años. Ahora, recién designado como su nuevo presidente, analiza para EL PERIODICO su situación actual y principales retos de futuro.

--Cuando el proyecto de Ley de la Memoria Histórica ya está en el Senado (último trámite para su aprobación), ¿qué queda por hacer en este ámbito?

--Para nosotros esta ley, aunque nos hubiera gustado que fuera más clara y avanzada en algunos aspectos, marca el punto de partida. A partir de ahora, vamos a estar atentos y a exigir que los decretos que deben desarrollarla --según recoge el propio texto-- no desvirtúen el espíritu general de la norma. Además, no renunciamos a algunos aspectos que por ahora no han salido adelante, como la anulación de los juicios sumarísimos efectuados del franquismo o la asignación de determinadas indemnizaciones.

--Supongo que también les preocupará que se materialicen ciertos puntos, como la supresión de símbolos. EL PERIODICO contabilizó hasta 23 calles franquistas en municipios de la región (12-10-2007).

--Claro, la ley fija que las administraciones públicas "tomarán las medidas oportunas" para la retirada de aquellos símbolos que exalten valores totalitarios, la sublevación militar, etcétera, por lo que se entiende que será su obligación. Por ello, esperamos que su eliminación se haga efectiva y, en los casos que no sea posible (como en el Valle de los Caídos, por ejemplo), se reconviertan desde una perspectiva democrática.

--¿Qué piensa de quienes afirman que todo eso no es más que "remover el pasado"?

--Yo digo que es todo lo contrario. Que ese es un planteamiento erróneo, manipulador, y que la recuperación de la memoria contribuye a cerrar heridas, no a abrirlas. No se puede confundir esa cierta amnistía que se adoptó durante la Transición con la amnesia.

--¿No teme que aumente el ya considerablemente elevado nivel de crispación política?

--No entiendo mucho tal crispación cuando en Extremadura existe, desde el 17 de febrero del 2003, una proposición de ley, aprobada por unanimidad --con el apoyo del PP e IU--, en la que la Asamblea insta a la Junta a apoyar a las asociaciones para la recuperación de la memoria histórica, a crear centros de interpretación contra la intolerancia y el totalitarismo y a rehabilitar la memoria de los guerrilleros antifranquistas.

Lo que nos llama la atención ese esa especie de resistencia residual, en algunos partidos de la derecha, a condenar abiertamente el franquismo. La sociedad española es mucho más madura de lo que lo que algunos políticos creen y está capacitada para asumir una política de la memoria democrática.

--¿Qué actividades llevan a cabo en ese sentido?

--Sobre todo, somos el canal de comunicación entre aquellas personas o colectivos que buscan a sus familiares desaparecidos y los recursos de la Consejería de Cultura y el Proyecto de Recuperación de la Memoria Histórica. También estamos preparando una web para poner a disposición de toda la sociedad la información que se está recabando a través de ese proyecto anteriormente citado.

--¿Y de cara al futuro?

--Estamos muy ilusionados con la entrada de la ley y queremos trabajar en su aplicación. También seguiremos con nuestras labores de difusión e intentaremos que ningún extremeño se quede sin saber qué paso con alguno de sus familiares.