Caja de Extremadura cerró el 2006 con 65 millones de euros de beneficio bruto, una cifra récord para esta entidad financiera y que supone un incremento cercano al 40% sobre la alcanzada en el ejercicio precedente. Tras este excelente resultado, Caja de Extremadura comienza a desarrollar ahora un plan estratégico que se prolongará los próximos tres años.

--¿Qué objetivos se persiguen con este plan estratégico?

--El objetivo fundamental es construir una caja solvente que dé respuesta a todas las necesidades que tiene la sociedad extremeña. Este plan supone, además, un reto de transformación, modernización y adaptación de la entidad a los requerimientos que nos exige tanto la normativa como la competencia, porque aquí están abriendo cada vez más bancos y cajas. Nosotros somos los líderes del mercado financiero extremeño, y nuestra obligación es mantener y acrecentar esta posición de liderazgo.

Es un plan muy ambicioso, pero que está diseñado teniendo en cuenta el entorno en el que trabajamos y por el que apostamos, que es Extremadura. Aunque el nivel de actividad no es tan grande como en otras regiones, la economía extremeña se encuentra en uno de sus mejores momentos. Mientras las previsiones de crecimiento que tenemos para Europa y España se sitúan en torno al 2,5 o el 3%, en Extremadura se habla de que puede superar el 3,3%. La región tiene un atractivo que debe ser apreciado por los empresarios de aquí y por los de fuera. Es un momento dulce para invertir en Extremadura.

--¿Habrá cambios en la cartera industrial?

--Estamos pendientes de que se aclare el tema de las energías renovables, en las que tenemos previsto entrar. Aunque estamos presentes en muchos sectores, nuestra cartera industrial no es tan grande como nos gustaría, y queremos potenciarla, pero entrando en sectores en los que no corramos excesivos riesgos.

--La vivienda parece que comienza a ralentizarse, ¿qué consecuencias puede tener para las entidades financieras?

--El motor de la economía es la construcción. Se lleva avisando mucho tiempo de que va a producirse una recesión que, por ahora, no ha llegado, aunque sí se está empezando a ralentizar. En Extremadura creo que la construcción va a seguir al mismo ritmo, porque aquí hay proyectos muy importantes de obra civil. Sin embargo, en los últimos diez años se han construido cerca de seis millones de viviendas en España, y es imposible mantener ese ritmo. Los agentes económicos tienen que ir preparándose para el relevo.

--¿Venderá Caja Extremadura el edificio Coliseum a Inditex?

--No hemos tenido ningún contacto directo con ellos, y las pretensiones de la caja siguen siendo las de construir ahí un centro cultural. Si hay ofertas, se analizaría en su momento, pero ahora mismo no tenemos nada.

--¿Cómo valora que el PSOE se plantee incluir la fusión de las cajas en su programa electoral?

--Mientras que en Extremadura haya dos cajas, vamos a tener siempre el tema de la fusión encima de la mesa. Mi postura es que habría que analizarla, pero son los órganos de gobierno de ambas cajas las que decidirán si se materializa, escuchando, evidentemente, a todos los agentes: partidos, sindicatos, Administración... Luego, a los técnicos nos tocaría analizar las posibles consecuencias, minimizar los aspectos negativos que pueda tener y aprovechar los positivos. También hay que tener en cuenta que las fusiones tocan siempre un tema muy delicado, los puestos de trabajo y las plantillas, algo que para nosotros es fundamental. Si finalmente se lleva a cabo, deberá hacerse con criterios puramente técnicos y empresariales.

--¿Cree probable que desde Bruselas se obligue a introducir cambios en la naturaleza jurídica de las cajas?

--Los bancos están muy preocupados con la gestión que hacen las cajas, ya que cada día les arañan más cuota de poder. Es lógico que quieran cambiar nuestra naturaleza y que nos quieran comprar. Pues que nos compren, pero que lo primero que hagan luego sea cambiar el rótulo, porque lo contrario sería engañar a la gente. Nosotros gozamos del aprecio de la gente, porque se valora nuestro trabajo y cómo hemos colaborado con el desarrollo de las regiones. La naturaleza jurídica de las cajas es incomoda para los bancos. Cualquiera que quiera montar una caja, puede hacerlo, basta con poner un dinero a fondo perdido y que todo lo que ganen lo reviertan a la sociedad. ¿Por qué ningún banco lo hace?