Unas mil personas despidieron ayer en el cementerio de la localidad cacereña de Moraleja al joven de 15 años J. J. R. M., fallecido en la madrugada del sábado como consecuencia de un accidente de tráfico.

Pese a no disponer de carnet de conducir, el menor resultó ser el conductor y único ocupante del vehículo siniestrado, un Renault 19 de color blanco y matrícula M-0420-OK.

El suceso tuvo lugar hacia las 22.19 horas del viernes. El Centro de Urgencias y Emergencias 112 de Extremadura recibió a esa hora una llamada telefónica en la que se informaba de un accidente de tráfico en el punto kilométrico 96.90 de la carretera EX-108 que une Navalmoral de la Mata con la localidad portuguesa de Monfortinho. El suceso tuvo lugar en el término municipal de Casas de Don Gómez, a escasos kilómetros de Moraleja cuando, por motivos que se desconocen, el turismo se salió por el margen izquierdo de la calzada en una curva. El coche rompió una alambrada y se deslizó unos 20 metros hacia el interior de una finca de ganado bravo.

Hasta el lugar de los hechos se desplazó una unidad medicalizada del Servicio Extremeño de Salud (SES) con base en Coria y una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico. El menor fue traslado al Hospital Ciudad de Coria, donde falleció minutos antes de las 02.00 de la madrugada de ayer como consecuencia de las heridas que le provocó el accidente, según confirmaron a este diario fuentes del centro hospitalario.

FUERTE IMPACTO El joven "salió despedido del vehículo" y recibió un fuerte impacto en el cuerpo que le provocó un traumatismo torácico que le ocasionó la muerte, según la información del Hospital Ciudad de Coria. El menor llegó aún con vida y "en estado muy grave" al centro sanitario en torno a las 23.30 horas del viernes, donde le realizaron un escáner craneal que dio resultados negativos y otro torácico que sí confirmó la existencia de lesiones de gravedad. Las mismas fuentes plantearon la posibilidad de que, además, el herido presentara rotura de la tráquea. El médico forense realizó la autopsia, cuyos resultados no han trascendido, a primeras horas de la mañana de ayer.

El funeral celebrado en Moraleja resultó multitudinario. Centenares de personas acompañaron a la familia en el tanatorio, en la Iglesia de Nuestra Señora de la Piedad y posteriormente en el cementerio. El joven J. J. R. M., cariñosamente llamado Cuco , había nacido en Moraleja, donde sus padres son muy conocidos porque tienen un puesto de telas en el mercado de los sábados.

Cuatro operarios trabajaron desde primeras horas de la mañana de ayer en la reparación del vallado de la finca en la que tuvo lugar el accidente. Se trata de un terreno de dehesa en el que pasta ganado bravo, por lo que resultaba urgente el arreglo de la alambrada.