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--¿Cómo valora el trabajo de los diputados liberados que hay? Se lo digo porque en los últimos plenos parece que ha bajado un poco la intensidad.

--Los diputados liberados hacen su trabajo, dentro y fuera de esta casa. Tienen la obligación de explicar a la sociedad las cosas que se hacen en este Parlamento y creo que hacen un trabajando estupendo. Hay que tener en cuenta que llevamos apenas cuatro meses y el nivel de los diputados es, sin ninguna duda, tan bueno o mejor que el de la anterior legislatura.

--Algunas veces se ha hablado de la conveniencia de liberar a todos los diputados que quieran. ¿Qué opina usted?

--Totalmente de acuerdo. Sirve para que no haya ningún malentendido con las actividades privadas. Yo lo tengo clarísimo, y además el nuevo reglamento ya lo contempla. La profesión política es tan digna y tan honesta como cualquier otra.

--En los próximos meses el tema de más alcance en la Asamblea va a ser el del Estatuto. ¿Qué espera de ese debate y de la reforma en sí?

--Bueno, el primer debate más importante es el del presupuesto de la Junta, que para mí el más importante del año.

En cuanto al tema del Estatuto, lo introdujo el presidente de la Junta y hay una disposición abierta por parte del presidente del PP. Creo que va a ser un debate político apasionante. Estamos marcando un hito en la historia de Extremadura y tenemos que echarle mucha dedicación y cariño para que ese documento salga tan válido como el que hemos tenido. El Estatuto hay que adaptarlo a los nuevos tiempos en los que hay 17 autonomías que están modificando su estatuto para integrar nuevas competencias. Nosotros también tenemos elementos estratégicos que debemos poner en valor en ese Estatuto y hacer que se parezca más a la Extremadura de hoy y de mañana.

--¿Le ha costado mucho adaptarse a su nuevo papel de carácter institucional?

--No. Mi época de alcalde me ha marcado mucho la parte institucional, y he sabido diferenciar siempre muy bien la labor como alcalde el trabajo como secretario general del PSOE en la provincia de Cáceres. Además, no me da mucho tiempo a asentarme en el papel institucional, porque normalmente por las tardes me dedico al partido.

--¿Y esa duplicidad entre lo político y lo institucional no puede ser incompatible?

--Esto tiene que ser compatible. Creo que cualquier cargo, por muy institucional que sea, si está en el marco de la política tiene que tener un peso político dentro de su partido para que se marque una determinada forma de trabajar.

--En el caso de sus dos antecesores --Federico Suárez y Manuel Veiga-- la Presidencia de la Asamblea fue el paso previo a su retirada de la política. ¿Se lo plantea usted así?

--Yo no tengo pensado ir a ningún lado ni venir aquí, se lo digo con total honestidad. Ni siquiera tuve pensado presentarme en su día como alcalde. Yo en política estoy para trabajar con con un planteamiento, con un partido político con el que me identifico y en el que me encuentro a gusto.