Juan Sillero, consejero delegado del Grupo Alfonso Gallardo y hombre de absoluta confianza del propietario del mismo desde que se conocieron en 1985, ha presentado la dimisión. Según ha conocido este periódico Sillero anunció su desvinculación del grupo en una carta remitida a Alfonso Gallardo en noviembre, pero hasta ahora no había sido aceptada. Durante los últimos días se está procediendo a acometer los cambios registrales oportunos para reflejar su abandono de la dirección de AG.

Se pone así fin a una relación de más de 25 años, durante los cuales el Grupo Alfonso Gallardo ha pasado de ser un almacén de hierros y una línea de corte de chapa --esas eran las dimensiones de la empresa de Alfonso Gallardo cuando el cordobés Sillero empezó a trabajar para él-- a constituirse en buque insignia de la industria regional, un gigante que factura al año cientos de millones de euros y que da trabajo a varios miles de empleados.

En conversación con este periódico, Sillero se ha limitado a confirmar su dimisión y a manifestar que las razones por las cuales la ha presentado son "exclusivamente profesionales; en ningún caso de tipo personal". Añadió que continuará trabajando el tiempo que sea necesario para que "la transición sea lo más tranquila posible". Sillero no tiene todavía claro qué rumbo profesional va a emprender, aunque continuará en Extremadura.

Este periódico ha podido conocer, sin embargo, que en los últimos tiempos se ha producido un alejamiento profesional entre Sillero y Gallardo, causado por una creciente disparidad de pareceres sobre el rumbo que tomaba la empresa, inmersa en grandes dificultades debido a que le ha cogido de lleno la crisis.

En este sentido, varias fuentes cercanas al Grupo AG apuntaron ayer que Sillero se vio apartado de la dirección del grupo a mediados del año pasado, a raíz de la fallida negociación con la firma brasileña Companhia Siderúrgica Nacional (CSN). Ambas partes habían firmado en mayo un acuerdo de compraventa que incluía la adquisición por parte de CSN de Cementos Balboa y de tres industrias siderúrgicas (dos en el País Vasco y otra en Alemania). La operación, que tenía un importe total de 970 millones de euros, hubiese sido fundamental para darle liquidez al grupo extremeño, golpeado por la crisis de la construcción y acuciado por su deuda con los bancos.

No obstante, el gigante brasileño decidió echarse atrás en el último momento y Gallardo puso el asunto en manos de un tribunal de arbitraje. "Desde que se frustró la venta, Sillero estaba apartado de la dirección", indicó una de las mencionadas fuentes, que señaló también la posibilidad de que ambas compañías estén negociando ahora y que CSN acabe quedándose únicamente con la acería alemana de Thüringen. Este es, con diferencia, el activo de mayor valor entre los que integraban la compraventa. "Sigue siendo rentable y es lo único que a ellos les merece la pena", se arguyó.

Otro aspecto en el que hay coincidencia es el de que la labor que desarrollaba Juan Sillero no es desempeñada actualmente por ningún otro directivo del grupo. Si bien se indica que Sebastián García, Manuel Romero y José Labrador son su "gente de confianza" en estos momentos dentro de la compañía, también se añade que es el industrial extremeño el que lleva en persona el día a día de los principales asuntos y que "en todo momento quien toma todas las decisiones es él".

"Sabía que la situación era difícil entre ellos, pero no que se había llegado a este punto", aseguró ayer Francisco Capilla, secretario general de UGT Extremadura, que resaltó "el esfuerzo y la ilusión" que Sillero ha puesto "en todos los proyectos que han desarrollado, en especial la refinería". Igualmente, destacó su talante negociador: "Aunque las circunstancias hayan sido adversas, siempre ha optado por la vía del diálogo", afirmó.

Por su parte, Julián Carretero, secretario general de CCOO Extremadura, se mostró "sorprendido" por la noticia, que prefirió no valorar por estar en el ámbito de decisiones que tienen que ver "con las estrategias de una empresa privada y con las actitudes personales de cada cual".