La Junta de Extremadura considera, tras los últimos casos de agresiones a docentes por parte de alumnos ocurridos en la región, que la situación objetivamente no es grave ni para crear alarma aunque esto no quiere decir que "se esté con los brazos cruzados" ante ellas.

El secretario general autonómico de Educación, Rafael Rodríguez de la Cruz, ha dicho que "hablar de dos o tres casos anuales de agresiones no es objetivamente grave" aunque se actúa para eliminarlas a través de un protocolo de actuación en estos casos.

Rodríguez de la Cruz ha afirmado que "se actúa desde el ámbito disciplinario, mediante las correspondientes sanciones, pero también desde el ámbito educativo pues una agresión en un centro es un problema de convivencia y, por tanto, ahí se deben dirigir todas las actuaciones".

El secretario general de Educación ha hecho estas declaraciones tras conocerse el posible último caso, la denuncia por parte de una profesora del Centro de Educación de Adultos de Talayuela (Cáceres) de varios ataques a su coche en menos de 24 horas la semana pasada.

De todas formas, y en este sentido, Rodríguez de la Cruz ha querido diferenciar las agresiones a docentes en centros educativos con los hechos que acontecen en la vía pública, donde no se conoce quiénes han sido los causantes hasta que una investigación policial no lo determine.

Por su parte, el presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Padres y Madres de Centros Públicos (Freapa-CP), Joaquín León, presente también en el acto, ha hecho un llamamiento en este sentido, en palabras a los medios, para que los "planes de convivencia" se pongan en funcionamiento en la comunidad autónoma.

Estos planes, recogidos en todas las programaciones generales anuales, deben empezar a funcionar "para prevenir este tipo de actitudes".

De todas formas, y aunque las últimas agresiones han podido generar "un efecto llamada" en los últimos días, "no son lo normal" en los centros educativos extremeños, ha dicho León.