La localidad lusa de Braga acoge hoy y mañana la celebración de la vigésimo tercera Cumbre Ibérica, una cita a la que la Junta de Extremadura asiste con la intención de cerrar nuevos acuerdos sobre la línea de tren de alta velocidad Madrid-Badajoz-Lisboa, especialmente en lo que se refiere a la ubicación de la estación internacional prevista en las inmediaciones de la capital pacense.

Esta será la cuarta cita de estas características en la que participarán los gobiernos autonómicos, tras las experiencias de Santiago de Compostela en el 2004, Evora en el 2005 y Badajoz en el 2006. Para esta ocasión el Ejecutivo extremeño ha presentado una agenda de temas para intentar profundizar en las relaciones con Portugal. En este sentido, tal y como señalaron ayer desde la Junta, una de las prioridades será cerrar algún compromiso o principio de acuerdo con las autoridades lusas sobre la entrada en funcionamiento de la alta velocidad en la comunidad autónoma, teniendo en cuenta que el Gobierno portugués anunció hace tres años que retrasaba la puesta en marcha del tramo luso hasta el 2013.

La Junta pretende ahora que el Ejecutivo de José Sócrates se comprometa a no demorar más el proyecto. Además, pondrán sobre la mesa la necesidad de decidir en el menor tiempo posible la ubicación de la estación internacional del AVE en las proximidades de Badajoz. Para ello buscarán un acuerdo entre ambos países, tal y como acordaron el Ejecutivo central, la Junta y el Ayuntamiento de Badajoz en la última comisión multilateral sobre este asunto.

AUTOVIA A CASTELO BRANCO Pero ese no es el único asunto en materia de infraestructuras que planteará la delegación extremeña, que estará compuesta por el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara --será su primera cumbre hispano-lusa como máximo responsable del Gobierno regional--; la vicepresidenta segunda de Asuntos Económicos y consejera de Economía, Comercio e Innovación, Dolores Aguilar, y el consejero de Fomento, José Luis Quintana. Así, uno de los objetivos es cerrar un acuerdo firme para conectar Navalmoral y Castelo Branco por autovía. De momento, el tramo Navalmoral-Plasencia ya está abierto y se trabaja en el trazado hasta la frontera portuguesa a la espera de que las autoridades del país vecino den el visto bueno al proyecto en su territorio.

Además, se intentará dar nuevos pasos en lo que se refiere al desarrollo de la Plataforma Logística del Suroeste Europeo, que estará ubicada en Caya.

El Ejecutivo extremeño también pretende profundizar en los acuerdos existentes con Portugal en materia sanitaria, especialmente en lo que se refiere a la relación entre Extremadura y el Alentejo; la gestión bilateral del Parque Natural del Tajo Internacional; y la puesta en marcha de trabajos conjuntos para la recuperación del lince ibérico. Igualmente, aspira a cerrar un pacto que permita ingresar a Extremadura en la Comisión de Seguimiento del Tratado de Albufeira --sobre planificación hidráulica-- y potenciar la colaboración en la zona de la presa de Alqueva, sobre la que existe un acuerdo para que los agricultores extremeños utilicen su agua para los regadíos. Asimismo, está previsto crear un grupo de evaluación del impacto de la futura refinería de Tierra de Barros, informa EFE.

SEGURIDAD E INVESTIGACION La cumbre estará presidida por el primer ministro luso, José Sócrates, y el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero. Ambos asistirán hoy a la primera reunión del Consejo Bilateral de Seguridad y Defensa, integrado por militares y altos cargos de los ministerios de Exteriores y Defensa de ambos estados. Entre los asuntos a tratar en este encuentro están las operaciones policiales conjuntas, la colaboración en la OTAN y la Unión Europea y la cooperación en materia antiterrorista después de que el pasado 1 de octubre Lisboa y Madrid acordasen crear varios equipos conjuntos de fiscales, jueces y policías, ante las sospechas de que la organización terrorista ETA esté actuando en Portugal.

Además, se pondrá la primera piedra del Laboratorio Internacional Ibérico de Nanotecnología, que contará con la participación de investigadores de los dos países y en el que también podría entrar la Universidad de Extremadura.