El Gobierno regional cierra la segunda ronda de negociación tributaria con los grupos parlamentarios sin alcanzar un consenso sobre la reforma de la Ley de Medidas Tributarias, una tramitación clave de cara a la aprobación de los presupuestos autonómicos para 2018. A estas alturas, PP y Ciudadanos se mantienen firmes en el rechazo a una subida de impuestos y a la creación de nuevas figuras tributarias, mientras que Podemos está más cerca de la Junta.

La consejera de Hacienda y Administración Pública, Pilar Blanco-Morales, ha trasladado a los grupos parlamentarios el compromiso de bajar el primer tramo autonómico del IRPF y de modificar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones para lograr una tributación que llegue al máximo de herencias con bonificaciones y mejoras en las ya existentes. Unos planteamientos que, según anunció ayer, ya han sido trasladados al Ministerio de Hacienda. En esta línea aseguró que, «de momento», la Junta no ha planteado «ninguna figura tributaria nueva».

Tras salir de la reunión con la diputada de Ciudadanos, Victoria Domínguez, la consejera manifestó que el Gobierno regional «no entra en el debate de excluir a nadie de este diálogo porque todos los grupos tienen la obligación de hacer aportaciones» de cara a mejorar la recaudación de las cuentas públicas. Por ello, Blanco-Morales aseguró que el Ejecutivo está dispuesto a estudiar cualquier propuesta o mejora que le hagan llegar los grupos y que se puedan adoptar dentro de las capacidades normativas de la tributación en Extremadura.

«Queremos que todos los grupos parlamentarios nos hagan llegar cuáles son sus posiciones, qué sensibilidades han recogido de los ciudadanos, y hacer un trabajo que técnicamente sea impecable», manifestó la consejera, quien reafirmó el «compromiso» adquirido en el último Debate sobre el Estado de la Región por parte del presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, de bajar el IRPF en el primer tramo autonómico en Extremadura, una medida fiscal sobre la que «se han manifestado de acuerdo todos los grupos parlamentarios». En este sentido, reconoció que Extremadura «realiza un gran esfuerzo fiscal», pero aspostilló que la presión fiscal en la región «no es la más alta» del país, sino que «lo más alto es el esfuerzo fiscal».

GESTIÓN MÁS EFICIENTE // Con respecto a la «necesidad» de llevar a cabo una modificación del impuesto de Sucesiones, Blanco-Morales reiteró que la Junta aboga por lograr «una tributación de las herencias que llegue a más personas en el ámbito de Extremadura con bonificaciones y con mejoras de la tributación». Sobre este asunto, advirtió de que este impuesto no se puede bonificar al 99,9%, como plantean el PP y C’s, porque supone «un fraude de ley», pero aclaró que, al margen de esa propuesta, «están abiertas todas las hipótesis, con diferentes modelos de techo o de tope» en mayores bonificaciones. «El Gobierno sabe cómo hacerlo, pero como necesitamos consenso, es bueno que la oposición diga su modelo», matizó, tras insistir en que la Junta aboga por una gestión «más eficiente y más ágil» de los tributos, «con mejoras organizativas que deben ir acompañadas de dotación presupuestaria».

Por su parte, la diputada Victoria Domínguez especificó que la bajada del IRPF o las modificaciones en el impuesto de Sucesiones no pueden llevar aparejada una subida de otros impuestos. Domínguez insistió en que su grupo no apoyará ningún nuevo tributo o la subida de los ya establecidos, porque «el dinero en estos momentos está mejor en el bolsillo de los consumidores».