La consejera de Educación de la Junta de Extremadura, Eva María Pérez, se reafirma en su decisión de retirar los crucifijos de dos aulas del Colegio Ortega y Gasset de Almendralejo, aunque matiza que "es evidente que debe haber" crucifijo en las clases en las que, en ése y otros centros, se imparte la asignatura de religión.

Según la agencia Europa Press, Pérez recuerda que la propia Constitución establece unas "relaciones preferentes o prevalentes" con la Iglesia Católica y que en los centros de enseñanza la religión debe ser materia de oferta obligatoria, lo cual significa que "evidentemente tienen que haber aulas con crucifijos".

La consejera subraya que la retirada de los crucifijos de dos aulas del Ortega y Gasset ordenada por su departamento coincide con la doctrina del Tribunal Superior de Castilla y León cuando resolvió un contencioso similar al planteado por otros padres en un colegio de Valladolid.

Ataques a los padres

Por otro lado, Eva María Pérez indica que "me parece intolerable e inadmisible los ataques despiados de algunos opinadores hacia esta familia, desconociendo cuestiones jurídicas y de la Constitución".

En su opinión, lo que está ocurriendo "pone de manifiesto que no hemos conseguido la suficiente madurez democrática en este país". Además, la consejera asegura que "no es el primer caso de retirada de símbolos religiosos de un centro educativo en Extremadura", pero en esas otras ocasiones se ha realizado sin montar ninguna polémica.

Por ello, insiste en que "no se debe judicializar la vida de los centros educativos".