Cambios en las líneas regulares de autobús que conectan los pequeños municipios. La Junta de Extremadura tiene previsto reestructurar estos servicios a partir del año 2018, fecha en la que cumplen las actuales concesiones administrativas a las empresas que cubren los recorridos. El objetivo es elaborar un nuevo mapa de rutas que resulte atractivo a los usuarios y permita dar respuesta a sus demandas actuales para evitar que, al igual que ocurre en la actualidad, haya que complementar con subvenciones públicas las conexiones que son deficitarias y que es necesario mantener por obligación de servicio público. Así, se pretende reducir los tiempos de viaje, modernizar la flota de vehículos y reordenar las fechas, horarios e itinerarios, siempre bajo la premisa de dar cobertura al cien por cien de la geografía extremeña para garantizar la movilidad en las zonas más despobladas y aisladas.

La Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio destinará 363.000 euros a la elaboración de un estudio previo al diseño de este nuevo mapa para conseguir esa red "eficiente y de calidad". El trabajo se adjudicó en enero a la Unión Temporal de Empresas (UTE) Isvial-Epypsa, pero el contrato no se ha formalizado hasta hace unos días. Una vez realizado el estudio, la adjudicataria tendrá que proponer varias alternativas tanto en la configuración de la red de servicios de transporte (itinerarios, horarios, tiempos de viaje, cobertura del territorio, introducción de un sistema unificado de pago, sistemas de información al usuario...) como en su gestión, pues otro de los grandes objetivos que se persigue es el "equilibrio económico".

La Junta recuerda que el transporte público de viajeros por carretera es "una pieza esencial" para la movilidad de los extremeños, ya que la gran extensión de la comunidad y el importante número de núcleos urbanos, más de 400, convierte a este servicio en el único capaz de ofrecer una conexión regular. No obstante, su actual distribución ha quedado obsoleta, lo que hace que este tipo de transporte acumule años con una baja densidad de viajeros y por tanto, rutas deficitarias que el Ejecutivo apoya con subvenciones públicas --1,47 millones en 2015-- para que el servicio se siga prestando, pues estas conexiones son, en muchos casos, las únicas con las que cuentan pequeños municipios cuyos vecinos necesitan desplazarse para casi cualquier trámite administrativo.

EL SECTOR La modificación del marco jurídico, económico y administrativo que atañe a estas rutas es también una demanda de las empresas dedicadas a cubrir las rutas. En la actualidad son unas 40 y están representadas por la Asociación Regional Extremeña de Empresas de Transporte en Autobús (Arebus), colectivo que recientemente ha denunciado la "situación crítica" que atraviesa el sector. Según explican, el "problema estructural" que supone el actual sistema de concesión de servicios se ha visto agravado en los últimos años por los problemas coyunturales derivados de la crisis: por una parte, la caída del número de usuarios --independientemente del flujo de pasajeros, tienen que cumplir una serie de requisitos-- y por otra, los retrasos en el pago por parte de la Administración regional de las ayudas que compensan las líneas deficitarias, pendientes desde el pasado mes de agosto. La cantidad que se les adeuda alcanza los 950.000 euros, según datos aportados por el PP tras la denuncia del colectivo.

Este tipo de transporte, recuerda Arebus, probablemente sea "el más utilizado por los ciudadanos extremeños" porque es el que les mueve a cubrir sus necesidades sanitarias, culturales o educativas, de ahí que lo consideren un servicio "esencial" en una región con una dispersión geográfica tan grande como Extremadura y exijan a la Junta soluciones a la situación actual para poder mantener los servicios hasta 2018.