La crisis ha obligado a los firmantes del Plan de Empleo (Junta, sindicatos y patronal, en colaboración también con los ayuntamientos) a replantearse los objetivos fijados cuando se rubricó en abril. Si entonces la meta era generar empleo neto para reducir la tasa de paro, ahora de lo que se trata es de evitar que se pierdan más puestos y aumente el desempleo. Así lo decidieron en la reunión de la mesa de seguimiento del plan celebrada ayer, convocada en sesión extraordinaria ya que, en teoría, no tenía que celebrarse hasta abril del 2009.

La consejera de Igualdad y Empleo, Pilar Lucio, explicó que el plan "es flexible y dinámico", por lo que se pueden replantear medidas y aprobar otras nuevas "porque ha habido muchos cambios en lo que va de año". Lucio señaló que en estos momentos prima "el mantenimiento de los empleos, que quizá ahora es más importante que las medidas de creación de empleos, porque las posibilidades son limitadas". La consejera indicó que aún no se ha decidido cómo se articularán las nuevas medidas.

En términos similares se expresó el secretario regional de UGT, Miguel Bernal, quien explicó que cuando se firmó el plan "había una doble estrategia: conquistar más y mejores empleos y consolidar y mejorar la calidad del ya existente". Sin embargo, señaló que en este momento "la prudencia aconseja reforzar las líneas que protejan el empleo que hay", a lo que añadió la necesidad de intentar que los que pierdan el trabajo estén en situación de paro el menor tiempo posible y aprovechen para formarse.

Bernal se decantó por acciones que conjuguen las ayudas directas a los empleadores en riesgo de tener que destruir empleo con actuaciones para evitar la degradación económica de las pequeñas empresas. "Dejemos para tiempos mejores la búsqueda de más empleo, porque en estos momentos hay que salvar en la mejor medida posible a las personas que tienen trabajo", indicó. Sobre si esto suponía resignarse ante la crisis, el dirigente ugetista señaló: "Creo que no es una rendición, pero la peor estrategia sería no reconocer la realidad".

Mientras, el secretario regional de CCOO, Julián Carretero, reclamó mayores márgenes en el uso de los fondos del plan para abordar "un escenario distinto al que había cuando se firmó". A su juicio, debe permitirse el empleo del dinero en atajar el incremento del paro y en asistir a las empresas que atraviesan una situación difícil. "Toca aguantar el tipo y salvar los muebles que se pueda", concluyó.

MEJOR FINANCIACION Del lado de la patronal, el secretario general de la Confederación Regional de Empresarios de Extremadura (Creex), Juan Manuel Arribas, coincidió en que la situación ha variado "y hay que pensar ahora en el mantenimiento del empleo y en ajustar las medidas acordadas para que las empresas no lo destruyan".

Arribas demandó la puesta en marcha "urgente" del Observatorio del Empleo "para tener una foto fiable que haga eficaces las medidas", así como el replanteamiento de las acciones del Plan Especial de Empleo acordado con el Gobierno central "para no repetir medidas, sino ajustarlas a la realidad, y para dotar de más flexibilidad la aplicación de los fondos".

Desde la Creex, la principal demanda en este nuevo escenario es que se generen posibilidades para que las empresas no se vean obligadas a despedir a trabajadores, solucionando aspectos "como la falta de financiación", que es el problema que estaría en la base de la destrucción del empleo.

Finalmente, Antonio Garrote, representante de la Fempex explicó que los ayuntamientos están dispuestos a "arrimar el hombro" para afrontar la crisis. Según explicó, los municipios pueden ser en este momento creadores de empleo usando fondos propios y los de otras administraciones, "para que en ese primer momento en el que un trabajador quede en el paro, tenga un trabajo y mantenga su situación económica durante unos meses para posteriormente reintegrarse en el mercado laboral cuando mejore la situación".