La consejera de Bienestar Social de la Junta de Extremadura, Leonor Flores, fue juzgada ayer por una presunta falta de lesiones, derivada de la denuncia que el 31 de julio pasado formularon contra ella las hermanas Olga, Guadalupe y María José Romero Barquero. Estas la acusan de haberlas insultado y de dar un golpe en la barriga de una de ellas, embarazada de cinco meses en el momento de la presunta agresión. Estos hechos, según la denuncia, ocurrieron hacia las 21.00 horas del 31 de julio del 2003, en la estación de Arroyo-Malpartida, donde residen denunciada y denunciantes.

Ante los miembros de la Sala de lo Civil y Penal del TSJEx, que la juzgó por su condición de aforada, Flores negó todos los hechos que se le imputan y aseguró con rotundidad que la denuncia contra ella "es fruto del resentimiento". La consejera matizó que si la denunciaron fue "como represalia por la denuncia que justo el día anterior mi hija y su novio habían presentado contra ellas por escándalo público, por no dejarles dormir".

Para la acusación pública, ejercida por Jorge Sena, fiscal-jefe del TSJEx, los hechos que se imputan a Leonor Flores "han quedado probados". Basó su consideración de culpabilidad en las "coherentes, persistentes, concordantes y coincidentes" declaraciones de las tres hermanas, y en el informe médico, "que certifica que ha habido una contusión abdominal en gestante".

Imputó a Leonor Flores una falta de lesiones y una falta de lesiones por injurias, por las que solicitó que se la condene al pago de una multa de 462 euros.

Por su parte, la defensa de Flores pidió la absolución "por falta de pruebas". Su abogado, Juan María Expósito, argumentó que la única prueba que existe son las "imprecisas" declaraciones de las denunciantes, "pues no se ha aportado ningún dato objetivo que corrobore la agresión que, aunque aseguran se produjo, han llegado a reconocer que quizás no fue intencionada".