Sergio tiene ocho años y ahora está leyendo ´La flauta mágica´, aunque no le cuesta reconocer que los que más le gustan son los libros de aventuras y, sobre todo, los cómics de superhéroes, de los cuáles tiene una buena colección en su cuarto. "Un montonazo: cincuenta o más", dice. Lee casi todos los días un rato, junto a su padre Ezequiel, su madre Manoli y su hermana Elena, que tiene seis años. La familia Suárez Rebolledo, que vive en Mérida, es una de las participantes en el programa escolar ´Leer en familia´, que por segundo año consecutivo ha llegado a las aulas del último curso de infantil y de primero a cuarto de educación primaria en los colegios extremeños.

El éxito de la primera edición ha propiciado que el número de participantes haya aumentado de 13.000 hasta los 45.000 de este año. "Me gusta leer porque me divierte y porque aprendo cosas que pasaron cuando yo no había nacido, como cuando los egipcios enterraban a las momias", comenta Sergio.

Como hermano mayor que es, este joven lector tiene encomendada la tarea de ayudar a su hermana Elena, que tiene entre manos su primer libro. Ella también lo tiene claro: "los que más me gustan son los de princesas y que tengan muchos dibujos", aunque ahora sus preferidos son los que protagoniza la muñeca Tarta, dice después de que se lo recuerde su madre.

Manoli y Ezequiel quieren transmitir a sus hijos su afición por la lectura, y por ello no han dudado en repetir con el programa. Su colegio, el Giner de los Ríos de la capital extremeña, les facilita una guía en la que se recomienda una serie de hábitos en los que, a través de la lectura, se pretende fomentar una mayor implicación de los padres con la educación de sus hijos. Así que ahora, durante tres meses, deberán leer junto a sus hijos al menos media hora un mínimo de 20 días al mes. Para seguir la cuenta, y para que el profesor pueda controlar la evolución, deberán rellenar un cupón que indica las veces que se ha seguido con el programa. El mismo centro facilita una guía de lecturas recomendadas para cada edad.

"Repetimos este año porque entendemos que es una buena forma de que ellos lean más en casa, porque independientemente del programa, a los dos les gusta leer", asegura Ezequiel, quien ejerce a pies juntillas su rol como acompañante de la lectura de sus hijos. "Nuestro papel es estar con ellos durante el rato de lectura para resolverle las dudas que les surjan". En su caso no hay momento para leer, aunque prefieren la hora de los deberes y la de irse a la cama, aunque a veces hay menos tiempo y Sergio y Elena leen en la cocina mientras sus padres preparan la cena. Todo instante es bueno para abrir un libro y compartirlo con los hijos.