Las lluvias de los últimos días han mejorado las previsiones del sector extremeño de la miel, que hubiera estado abocado a una nueva campaña «catastrófica» sin estas precipitaciones. El responsable de la sectorial de Apicultura de Asaja Extremadura, Paulino Marcos, explica a Efe que el sector necesitaba agua «desde el pasado mes de septiembre» para asegurar un inicio de campaña óptimo. Sin embargo, el otoño y el invierno han sido «malos», con escasas precipitaciones y con habituales cambios de temperatura, al pasar de días fríos a otros muy agradables.

Todo ello hacía que las abejas fueran escasas y que no hubiera polen en el campo, una situación que ahora cambia «por entero», señala, pues con las precipitaciones brotarán las flores y además tendrán néctar. Antes de estas lluvias, Marcos explica que «ibas por el campo y parecía el mes de agosto, pues las flores necesitan humedad para que tengan néctar y las abejas puedan recogerlo, las cuales, ante esta escasez, necesitaban más desplazamiento para recolectarlo». Esta situación, no obstante, no asegura aún niveles óptimos de producción, que dependerán del comportamiento de la primavera.