"Grita con los Palomos en carnaval ¡Yo soy Gay!". Así rezaba una de las letras que la murga Los Chungos llevaba a escena en el Teatro López de Ayala de Badajoz durante el pasado concurso de murgas de la ciudad. Un estribillo que han tarareado miles de personas y que ya forma parte de la historia del carnaval pacense. Se trata de uno de los muchos guiños que el sector de la cultura ha hecho a favor de la defensa de los derechos del colectivo de gais, lesbianas, bisexuales y transexuales en la región. Pero no ha sido el único, los artistas que forman parte del cartel del evento que se celebrará el próximo 25 de abril en la ciudad de Badajoz son un buen ejemplo de ese apoyo cultural.

Pepa Charro, más conocida como "La Terremoto de Alcorcón" es la imagen de los premios Shangay desde el año 2000. Su involucración con el movimiento LGBT le llevó en el año 2007 a presentar "¡Libérate!", su primer single, todo un himno para el día del Orgullo Gay Europeo que se celebraba en Madrid.

Dos años después, en 2009, la extremeña Soraya Arnelas se convertía en pregonera del orgullo madrileño junto al televisivo Boris Izaguirre. Es solo uno de los ejemplos del apoyo que la cantante de Valencia de Alcántara ha hecho por el colectivo. Precisamente, Arnelas es la primera artista que repite en la fiesta de "Los Palomos" de Badajoz. Lo hizo en el año 2012 en el escenario que aún se ubicaba en la Plaza Alta de la ciudad. Tres años después, volverá a subirse al escenario de "Los Palomos" que se ubicará en la Alcazaba pacense, la actual "zona cero" del evento.

Uno de los iconos "gay-friendly" más reconocidos, y que también estará presente en la fiesta de "Los palomos" 2015, es la cantante Marta Sánchez.

La cantante madrileña cuenta con una dilatada trayectoria de participación en eventos LGBT que le han llevado a ser desde pregonera del orgullo madrileño hasta ser imagen de medios de comunicación LGBT.

Son solamente cuatro ejemplos que se sumarán el próximo 25 de abril a una fiesta en la que ya han actuado numerosos rostros conocidos y en la que han participado más de 22.000 personas.

Se trata, en definitiva, de ejemplos de una sociedad tolerante y comprometida. El reflejo de una comunidad moderna, que mira al futuro con vistas a la diversidad, y en la que las manifestaciones y los comentarios homófobos no tienen lugar. Una sociedad que avanza, pero en la que aún queda mucho por hacer.