Más de 7.000 mujeres embarazadas se vacunaron el año pasado contra la tosferina. El programa de vacunación en gestantes se implantó en la región en abril de 2015 tras la decisión del Consejo Interterritorial de Sanidad. De hecho, Extremadura fue una de las primeras regiones del país en poner en marcha esta medida que se tomó tras incrementarse el número de casos de tosferina, especialmente en los primeros años de vida cuando la infección puede llegar a ser mortal. Con la vacuna a las embarazadas se protege especialmente a los recién nacidos, puesto que hasta los dos primeros meses de vida no reciben las primeras inmunizaciones.

En concreto, durante el año 2016 fueron 7.267 extremeñas las que se vacunaron frente a esta infección bacteriana que causa inflamación de las vías respiratorias y fiebre y puede afectar a cualquier edad. Esto supone una cobertura del 70% del total de embarazadas; en 2015, desde que se implantó en el mes de abril, apenas se inmunizaron un 50%. «Los primersos meses se vacunaron pocas mujeres, fue a partir de junio cuando hubo más demanda, pero en 2015 no llegaron a ponerse ni 5.000 dosis», señala el subdirector de Epidemiología del Servicio Extremeño de Salud (SES), Julián Mauro Ramos.

INCIDENCIA/ Estos números están relacionados con la incidencia de la enfermedad en los primeros meses de vida. Según Ramos, aunque la medida solo lleva en marcha un año y medio y es pronto aún para hacer balance, «nuestra conclusión es que parece que sí está sirviendo para algo vacunar a las embarazadas. En 2016 hemos tenido menos casos que en 2015 y también más mujeres vacunadas».

En concreto, los datos facilitados por el SES muestran que el año pasado se registraron 13 casos en lactantes de 0 a 6 meses de vida frente a los 20 registrados en la misma franja de edad un año antes. Aún así en el 2014 se registraron solo siete casos. Pero fueron estos, tras años en los apenas había incidencia, los que llevaron a Sanidad a poner en marcha la vacunación en gestantes. «Con esto se pretende que la madre fabrique anticuerpos y se los pase al bebé a través del cordón umbilical, lo que le puede proteger contra la infección durante tres o cuatro meses, el tiempo necesario para que podamos empezar a vacunar al bebé», explica.

COBERTURA/ El subdirector de Epidemiología explica además que en 2016 hubo más casos que en 2014 porque la notificación de la enfermedad se realiza mejor ahora y también porque la cobertura en las embarazadas aún no llega al 100%. También puede estar detrás la evolución cíclica de esta enfermedad: «cada 4 o 5 años suele haber un pico que luego baja. No sabemos aún si ahora podríamos estar también en ese pico».

En el conjunto de la población, en Extremadura se registraron 45 casos de tosferina en 2015 y 35 casos en 2016 (a falta de dos semanas). Pero ha habido varios años sin incidencia. «Hay un 10% de casos en los que la vacuna no actúa», apunta Ramos. Aún así, estas cifras están lejos de lo que ocurría en el pasado. En el año 1982, por ejemplo, hubo 1.020 afectados en la comunidad.

«Actualmente la tosferina podríamos decir que está en fase de control mientras otras enfermerdades como la rubeola o el sarampión están prácticamente en situación de eliminación y es todo gracias a la vacunación». Aún así, Ramos insiste en que es necesario no bajar la guardia contra a esta infección. «Hay que segui vacunando. Está demostrado que cuando bajan las coberturas de vacunación vuelve a subir la incidencia», insiste.