El porcentaje apenas ha variado en la última década, lo que evidencia que no ha habido cambios. La baja maternal sigue siendo asunto estrictamente de la madre, a pesar de que la ley dice que es un derecho que pertenece a los dos progenitores y son ambos quienes deciden cómo dividir el tiempo. La normativa especifica que el permiso por nacimiento, adopción o acogida consta de cuatro meses: durante las primeras seis semanas el descanso laboral le pertenece solo a ella, mientras que las otras diez restantes se pueden repartir entre los dos cónyugues.

Pero la realidad es muy distinta. En Extremadura solo el 1,3% de los hombres compartió durante 2017 la baja de maternidad. Esto quiere decir que si el año pasado se tramitaron 5.660, en solamente 76 (49 en Badajoz y 27 en Cáceres) participó también el padre.

El porcentaje extremeño es algo inferior a la media de España (1,8%), pero lo cierto es que en la última década, tanto a nivel regional como nacional, la cifra casi no se ha visto modificada.

Sin juicios pero con cifras

María José Ladera, secretaria de Igualdad, Política Social y Salud Laboral de UGT Extremadura, analiza los datos y manifiesta: «Partimos de la base de que nadie debe juzgar lo que decide cada mujer o cada pareja, pero lo cierto es que lo que reflejan los números es que la responsabilidad de los hijos sigue cayendo en la mujer, es una señal evidente».

Dos datos más refuerzan el argumento de Ladera: casi el 92% de las excendencias en la región para el cuidado de los hijos las pidieron las madres, a la vez que ellas también están detrás del 77% de los permisos laborales para atender a algún familiar.

«La consecuencia directa es que, al final, es la mujer la que experimenta el parón en su trabajo, la que tiene que dejar a un lado su proyeccción profesional. Son factores que también alimentan la brecha. Y son causas que al final motivan que ella pierda independencia económica; lo que, inevitablemente, provoca que tenga menos autonomía para poder tomar ciertas decisiones», asegura Ladera.

Apunta también que, aunque las leyes son el impulso necesario para cambiar la sociedad, «en este caso de poco sirve sino se apuesta igualmente por una educación en la igualdad real». «Hay que hacerlo -continúa- desde la infancia, como asignatura transversal en la escuela. Es el único camino para que esos datos cambien».

El otro derecho

Existe también el permiso de paternidad, pero ese es otro derecho independiente del de maternidad y perfectamente compatible con él. En Extremadura el año pasado hubo 5.073 hombres que lo solicitaron, lo que supuso un 4,23% más que en 2016.

Esta baja pasó de quince días a un mes en enero de 2017. La ampliación llegaba con seis años de retraso, ya que el Congreso había fijado 2011 como fecha de entrada en vigor de esta medida. Pero tanto el Gobierno de Rodríguez Zapatero como el de Mariano Rajoy después fueron aplazándola alegando, sistemáticamente, motivos económicos.

Esta modificación formaba parte de la Ley para la Igualdad Efectiva entre Hombres y Mujeres, que, entre otras intenciones, quería dejar por escrito que el cuidado de los hijos es cosa de dos. La normativa se la lanzó el Gobierno de Zapatero en 2007, cuando el permiso por paternidad era solamente de dos días.