Hay demasiadas actividades y la gratuidad de las mismas hace que no estén suficientemente valoradas. Es la visión general de los centros escolares consultados por este periódico sobre la propuesta de la Consejería de Educación de eliminar 22 de las 33 modalidades extraescolares existentes de cara al próximo curso, a tenor de la demanda de los alumnos. También algunos padres consideran que deberían seleccionarse más estas actividades para prestar mejor servicio al alumnado.

El Colegio Público Moctezuma de Cáceres ofrece siete actividades extraescolares por la tarde a las que asisten unos 150 niños. Deporte, fomento de la lectura, teatro, plástica, guitarra, folclore Extremeño y educación ambiental se suman a la oferta vespertina del centro que podría verse mermada el próximo curso. Según el director, José María Rol, "los recortes no son agradables nunca, pero aún no está claro nada y no creo que vaya a ser tan drástico como se está comentando estos días". Según sus previsiones, pasaría de ofrecer las siete actividades extraescolares actuales a solo tres el próximo curso, y "ofrecer tan pocas actividades a los 650 alumnos del centro no será posible", por eso se muestra confiado en que la repercusión sea menor. "Me han comentado que probablemente el recorte se haga por unidades", apunta, "de todas formas hay que se prudentes porque aún no hay nada decidido y toca esperar". En cuanto a las actividades más demandas, Rol destaca que "Deporte es la que más gusta"; en el lado opuesto está folclore extremeño o guitarra, que aunque también tiene demanda, esta última "no está disponible para todas las edades", informa Guadalupe Moral.

Una situación parecida vive el colegio público Guadiana, donde se imparten siete actividades extraescolares (las más demandadas son inglés, informática y educación física), con la asistencia de cerca de 250 alumnos. Su director, Sebastián Herrero, reconoce que "habría que darles otro rumbo a las actividades, porque no están dando los frutos para todo lo que está gastando la Administración". En su opinión, "los monitores deben quedarse todos, pero habría que hacer un estudio para reorganizar las actividades, y en lugar de tener tantas habría que tener menos y potenciar algunas". Además, apuesta por "cobrar un precio simbólico, de 3 euros, para que se valorase más el esfuerzo realizado".

En este sentido, el presidente de la Asociación de Padres y Madres del colegio Guadiana aboga por "optimizar" este servicio, "porque la oferta es brutal, hay demasiadas", informa Guadalupe Leitón.

Mérida y Plasencia

Esta misma opinión la comparte padres de alumnos del colegio Trajano de Mérida, que apuestan por "poner menos actividades y más selectivas, según la demanda". A este centro, con algo más de 500 alumnos, en torno a 150 participan en las extraescolares, sobre todo en informática, idiomas y educación física, pero hay otras como fomento de la lectura, estudio dirigido y teatro "que nos vemos y nos deseamos para que haya alumnos", señala su director, Emilio Monge, que argumenta que las actividades "son buenas, pero no se han ido potenciando y la gratuidad influye negativamente en la calidad". Por ello, no ve inapropiado ajustar esas clases a la demanda.

En Plasencia, tres de los colegios más demandados, Miralvalle, El Pilar y San Calixto, aglutinan a cerca de 300 alumnos en sus actividades extraescolares. Solo entre estos tres, hay actividades que se repiten, como son el fomento de la lectura, la educación física y el baloncesto. En relación a la demanda, lamentan sobre todo, la poca seriedad de los padres porque "entienden estas clases como una guardería y cuando tienen necesidad llevan a los niños y cuando no, no", señalan desde San Calixto, informa Raquel Rodríguez.