Al menos tres personas han muerto en el ataque perpetrado esta noche contra una base de la misión de la ONU en Mali (Minusma) en la región de Kidal, informaron fuentes policiales malienses. Los muertos son dos cascos azules de Guinea Conakry y un empleado civil de la misma base, y a ellos hay que añadir 20 heridos, de los que al menos tres están en estado grave.

El ataque ha sido perpetrado con cohetes y ahora la ciudad se encuentra en estado de alerta, con avisos a la población que trabaja en la zona del aeropuerto para que no salga de sus casas, explicó un ingeniero que trabaja en la zona.

Kidal se considera la "capital de los tuaregs" y escapa de facto a la autoridad del gobierno central, al estar controlada por grupos separatistas que imponen su ley. Aunque la mayoría de estos grupos separatistas han firmado un acuerdo de paz con el Gobierno maliense, a él se opone Ansar Dine, una importante facción dirigida por el histórico Iyad Ag Ghali, que en los últimos años se ha aliado en varias ocasiones con grupos yihadistas locales.

El ataque se produce una semana después del perpetrado contra el hotel Blu Radisson de Bamako, reivindicado por grupos yihadistas y que se saldó con veinte muertos entre los clientes del establecimiento, además de dos asaltantes abatidos por las fuerzas de seguridad. En consecuencia, el Gobierno alemán anunció el envío de 650 militares a Mali para apoyar los esfuerzos de Francia en su lucha contra el yihadismo en el Sahel.

Un total de 106 militares extremeños, procedentes de la Brigada Extremadura XI con base en Bótoa, se hallan en misión humanitaria en Koulikoro, un campamento con representación de más de 25 países europeos, en Mali. El mismo no se ha visto afectado por ataques.